Los profesionales más buscados: entrenadores, marineros e ingenieros
El desajuste entre la oferta y la demanda de talento se ha disparado en la última década de un 8% a un 41% por la lenta adaptación del sistema educativo
El mercado laboral español tiene, actualmente, una tasa de paro del 13,8 %. Aún y así, afronta dificultades para cubrir perfiles altamente cualificados, como ingenieros informáticos programadores, y también aquellos oficios cualificados que además no despiertan interés en los demandantes de empleo. Entre estos trabajos destacan los entrenadores, los soldadores o los marinos.
Según un estudio reciente elaborado por la empresa de trabajo temporal Manpower, en última década el desajuste entre la oferta y la demanda del talento en el mercado laboral español ha aumentando mucho. Concertamente, ha pasado de un 8% en 2009 a un 41% en 2019.
La digitalización en las empresas ha disparado la demanda de perfiles con un elevado nivel de especialización. Entre ellos se encuentran los desarrolladores de software y programación especializados en tipos de lenguaje muy específicos (como el muy demandado Python). También tienen una alta demanda los programadores de Big Data (Data Science y Data Analytics) y los expertos en ciberseguridad, según explican a Efe desde la patronal de agencias de colocación Asempleo.
Otros de los perfiles más demandados son los especialistas en la nube, los analistas de banca, los desarrolladores de Front-end (lenguaje web) y los agentes de producción para las plataformas de contenido en línea. «Se trata de perfiles que ya tienen un recorrido y son capaces de ir cubriéndose poco a poco», señalan desde la patronal Asempleo. Del estudio de Manpower también se puede extraer que, entre los perfiles con una mayor demanda, se encuentran los oficios manuales cualificados que requieren formación profesional, como electricistas, soldadores o mecánicos.
La demanda de oficios descartados por los desempleados
Hay puestos de trabajo que no llegan a cubrirse en el mercado laboral español, en muchas ocasiones porque no se alcanza la cualificación requerida, pero en otros casos porque son descartados por los desempleados nacionales. Se trata de las profesiones incluidas en el catálogo de ocupaciones de difícil cobertura del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). Este catálogo está liderado por puestos de trabajo en el sector marítimo, como los auxiliares de buques de pasaje, bomberos de buque, camareros y cocineros de barco, contramaestres y marineros de cubierta, y frigoristas, maquinistas y mecánicos navales.
No obstante, los puestos de trabajo demandados en más provincias son los de entrenador deportivo y deportista profesional, según el catálogo del SEPE. «Es necesario vincular lo que reclama el mercado laboral con los diferentes estudios», explica la directora de Comunicación de RSC de Manpower Group, Montse Moliner, quien cree necesario invertir la pirámide de licenciados para cubrir la parte que requiere una formación menos elevada.
El estudio de Manpower remarca también la demanda sin cubrir de profesionales de las tecnologías de la información, entre ellos expertos en ciberseguridad o administradores de redes, así como los profesionales técnicos e ingenieros (químicos, eléctricos, civiles o mecánicos). También están en la lista de profesionales más buscados los operadores de producción y maquinaria, de conducción y logística (camioneros, distribución, construcción o transporte público) y obreros de construcción, así como expertos en ventas y marketing; gestores y ejecutivos; y empleados para hoteles y restaurantes.
La lenta adaptación por parte del mundo educativo como problema
Los motivos de la brecha entre la oferta y demanda difieren en función del nivel de cualificación requerido, pero en general tienen que ver con la lenta adaptación a la realidad del mercado laboral por parte del mundo educativo y formativo. «Hay un desajuste muy elevado entre la formación superior y las universidades, con personas que acceden a las empresas con una experiencia muy básica y sin especialización», reconocen desde Asempleo, que también alerta de que esta situación termina expulsando completamente del mercado a los parados de larga duración.
Además, «la necesidad de formarse permanentemente a lo largo de la vida laboral será necesaria», señala Moliner. Añade que «la propia empresa ha de generar esos entornos de aprendizaje y a tener una visión más amplia de los objetivos de los futuros trabajadores en sus empresas».