Sanidad estudia fases más cortas en la desescalada
Salvador Illa contempla fases más cortas ante las peticiones de presidentes autonómicos de regresar a la normalidad
El plazo de duración de cada fase de la desescalada está fijado en 14 días por el Gobierno. Sin embargo, el Ministerio de Sanidad, se abre ahora a acortarlo si la evolución de la pandemia es suficientemente positiva. Así lo ha sugerido el ministro Salvador Illa este domingo tras la videoconferencia del Gobierno con las comunidades autónomas.
Illa ha reiterado que la desescalada es un proceso «gradual, asimétrico y flexible», en el que se estudia el ritmo epidemiológico de cada unidad territorial y ha asegurado que la mayoría de los presidentes autonómicos avalan el estado de alarma aunque también hay dirigentes territoriales que piden acelerar la desescalada para recobrar algo más parecido a la normalidad
La Comunidad de Madrid —que mañana, lunes, pasará a la fase 1— ha reclamado terminar más rápido con el proceso de desescalada. Su presidenta, Isabel Díaz Ayuso, ha pedido aplicar medidas de las fases 2 y 3 como abrir centros comerciales al 40%, la vuelta progresiva a las empresas o flexibilizar los horarios de los paseos. El lehendakari Iñigo Urkullu ha pedido, por su parte, levantar la emergencia sanitaria en la región al considerar que Euskadi «ha superado lo peor de la crisis».
Los ritmos de desescalada que pide cada CCAA
Ximo Puig, el presidente valenciano, ha anunciado que pedirá que toda la Comunitat pase a la fase 2 de desescalada a partir del 1 de junio, después de que los indicadores hayan señalado que esta autonomía «va en la buena dirección».
El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, también quiere levantar restricciones cuanto antes. Por ello, ha reprochado al Gobierno su «falta de sensibilidad» al volver a dejar a Granada y Málaga una fase por detrás del resto de su territorio.
Otras comunidades —como Asturias, Castilla y León y La Rioja— sí que abogan por prudencia y por cumplir con los tiempos en la desescalada. El titular del Principado de Asturias, Adrián Barbón, ha defendido en la reunión la necesidad de mantener el estado de alarma «como mínimo» hasta finales de junio para evitar los rebrotes.
Por su parte, el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha pedido también «prudencia» para hablar de desescalada, aunque pedirá que la comarca leonesa de El Bierzo y otras zonas básicas de salud rurales puedan adelantar su fase 2 al 1 de junio.
La presidenta de La Rioja, Concha Andreu, tampoco se plantea dejar el estado de alarma, que en su comunidad espera que se culmine a finales de junio o principio de julio, coincidiendo con el fin de la desescalada. La comunidad riojana sopesa la opción de acogerse a la posibilidad de ampliar el aforo permitido en terrazas y el interior de los bares hasta el 50, frente al 40% previsto en un principio.