Sanidad cambia los protocolos ante positivos en geriátricos y escuelas
El Ministerio de Sanidad recomienda a las comunidades que siempre tengan en stock test de coronavirus suficientes para cubrir las necesidades de dos meses
El Ministerio de Sanidad considera que la “clave” para controlar la actual pandemia de coronavirus es la “detección precoz” de los contagios. Insiste en que esta será la “estrategia” prioritaria y, para ello, ha actualizado los protocolos sobre la realización de test de covid-19 a grupos de población.
En el documento Estrategia de detección precoz, vigilancia y control de covid-19, el ministerio de Salvador Illa indica que, con el objetivo de conseguir la ansiada “detención precoz”, se reforzarán los equipos de atención primaria para “garantizar la capacidad diagnóstica”. Sin embargo, la responsabilidad de reforzar la atención primaria para hacer frente al aluvión de pruebas, incluidos los cribados masivos, corresponde a las comunidades autónomas.
El Ministerio de Sanidad recuerda a las comunidades que deberán asegurar “la disponibilidad del material necesario”, o sea, tener suficientes test para realizar las evaluaciones médicas que hagan falta. El documento explicita que las consejerías de salud autonómicas deberán tener siempre en stock material suficiente para cubrir las necesidades de “ocho semanas”.
Fuentes médicas apuntan que este documento del Ministerio de Sanidad, como la mayoría de sus directrices, es poco más que una “declaración de buenas intenciones” porque la gestión de las pruebas de diagnóstico o test corresponde a las comunidades. Y estás llegan hasta donde llegan.
Protocolos en “revisión permanente”
Además, el propio Ministerio de Sanidad reconoce que este tipo de documentos “están en revisión permanente” en función de la evolución y nueva información que se disponga. La última actualización del protocolo de estrategia de detección precoz es de este 25 de septiembre.
Para prevenir los brotes en puntos “críticos” como centros hospitalarios, geriátricos y escuelas, lo primero que hace el documento es definir el concepto de “brote”: a efectos de notificación a la autoridad sanitaria, “se considerará brote cualquier agrupación de tres o más casos con infección activa en los que se ha establecido un vínculo epidemiológico”. En el caso de las residencias de mayores, se entiende por brote y, por tanto, se notifica como tal la existencia de un solo caso positivo.
Y como la “detección precoz” se basa en rastrear los “contactos estrechos”, también se define este ultimo concepto: a nivel de la comunidad, dejando fuera los ámbitos sanitarios, “se considerará contacto estrecho a cualquier persona que haya estado en el mismo lugar que un caso positivo, a una distancia menor de 2 metros y durante más de 15 minutos”.
Aunque el documento ministerial de estrategias de detección precoz no se centra en el ámbito escolar, subraya “la necesidad de poner en marcha estrategias de vigilancia en entornos críticos como son los centros educativos”.
La actuación en las escuelas se detalla en otros protocolos conjuntos de los ministerios de Sanidad y Educación. Proponen una escalada de medidas, que pueden culminar con el cierre temporal, por el periodo que sea necesario, de un determinado centro escolar si se descontrola la transmisión.
Se plantean cuatro escenarios: brote en un aula o en lo que se define como “grupo de convivencia estable”; brotes en varias aulas del mismo centro sin vinculo epidemiológico; con vinculo epidemiológico; o con transmisión descontrolada dentro de un centro escolar. En todos estos escenarios se optará por el aislamiento de los afectados y por la cuarentena de los contactos estrechos. Pero si la situación se descontrola en un determinado centro, se valorará el cierre. Será por un periodo mínimo de 14 días, ampliable en función de la evolución de los casos.
Régimen de pruebas en los geriátricos
Respeto a los geriátricos, se precisan las pruebas que se realizarán al personal y a los internos ante determinadas situaciones. Por ejemplo, si la prueba rápida de antígenos ha dado negativo, pero las sospechas clínicas de contagio son “altas” y han pasado más de cinco días desde el inicio de los síntomas, se practicará una PCR.
En los casos leves de residentes que no requieran hospitalización, el protocolo propone aislarlos en la propia residencia. Este aislamiento se mantendrá hasta que transcurran tres días sin fiebre y un mínimo de diez días desde el inicio de los síntomas. Si no es posible el aislamiento en la residencia, se le llevará a hoteles u otras instalaciones habilitadas por la correspondiente comunidad autónoma.
El personal sanitario y socio-sanitario al que se le confirme un positivo y no requiera ingreso hospitalario será manejado de la misma forma que la población en general en cuanto al aislamiento. Se podrán reincorporar a sus puestos de trabajo después de 10 días desde el inicio de los síntomas siempre que permanezcan asintomáticas al menos tres días y tras la realización de una prueba de diagnóstico.