Sanidad baraja retrasar dos meses la inyección de la segunda dosis de la vacuna
La Comisión de Salud Pública evalúa espaciar la segunda inyección, pero demora la decisión a la espera de más evidencias científicas
El Gobierno de Pedro Sánchez está buscando alternativas para elevar más rápido los porcentajes de población inmunizada contra la Covid-19 y acercarse al objetivo del 70% de ciudadanos protegidos contra la enfermedad. El Ministerio de Sanidad estudia la posibilidad de retrasar hasta ocho semanas la administración de la segunda dosis de las farmacéuticas Pfizer o Moderna. Así se podría llegar a un volumen más amplio de personas con la primera inyección.
El Ejecutivo ya ha trasladado esta medida a las comunidades autónomas para comenzar a barajas su aplicación. El asunto se comenzó a estudiar el jueves en el seno de la Comisión de Salud Pública, sin embargo los expertos han aplazado la decisión ante la falta de más evidencias científicas que avalen los resultados de éxito, según ha publicado la Cadena SER.
Se trata de un camino alternativo en la estrategia de inmunización que ya han impulsado otros países como Reino Unido. El Gobierno británico ha logrado de esa forma administrar al menos una dosis a todos los ciudadanos de más de 50 años y ha comenzado a trabajar con colectivos más jóvenes e incluso embarazadas.
Esta estrategia se sustenta en los altos grados de eficacia que han demostrado las vacunas con la aplicación de una única dosis. Aunque el grado de protección es menor que si se ha alcanzado la pauta completa, te permite ahorrar inyecciones y poder alcanzar a un porcentaje mayor de la población.
Cataluña y Andalucía presionan para espaciar la segunda dosis
El debate sobre espaciar la segunda dosis de la vacuna no es nuevo. Comunidades autónomas como Cataluña o Andalucía ya se pronunciaron la semana pasada a favor de retrasar la última inyección para poder administrar más vacunas a la población que todavía no había recibido ninguna.
La consejera de Salud de la Generalitat, Alba Vergés, planteó postergar la segunda dosis de la vacuna de Pfizer para todas aquellas personas menores de 79 años, ya que su factor de riesgo no es tan elevado. Es una fórmula que ya han adoptado otros países del entorno europeo como Francia e Italia para impulsar sus campañas de inmunización.
Andalucía también ha pedido públicamente que se estudie esta posibilidad, ante la dificultad que ha tenido España para poder lograr una mayor partida de vacunas en los últimos meses. El presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, admitió que la protección sería menor para los beneficiarios de la vacuna pero insistió en que permitiría alcanzar a mucha más gente. «Si esas fórmula ha funcionado en otros países como Francia y Reino Unido, también deberíamos explorarla en España y especialmente en Andalucía», remarcó.
España estudia aplazar la segunda dosis tras inmunizar a los colectivos de riesgo
El Ministerio de Sanidad ha puesto sobre la mesa esta posibilidad, después del avance de la campaña de vacunación que le ha permitido proteger a una parte considerable de los perfiles de mayor riesgo. El 58,3% de las personas de más de 80 años ya ha recibido las dos inyecciones contra la Covid-19, mientras que el dato se eleva hasta el 98% con la primera dosis, según el último informe de vacunación del Ministerio de Sanidad.
Los primeros colectivos seleccionados en la lista de vacunación, como los usuarios de las residencias de la tercera edad, el personal sociosanitario o los grandes dependientes ya se encuentran también en porcentajes muy exitosos de la campaña de inmunización.
Ahora, el reto pasa por aplicar las vacunas a las personas de la franja de edad de entre 70 y 79 años, que han quedado relegadas por los criterios demográficos establecidos en vacunas como la de Astrazeneca. Apenas un 37,9% de esta grupo social ha tenido acceso a una de las dosis del fármaco contra la Covid-19. Mientras que únicamente un 3,2% ha podido completar ya la pauta completa.
España ha administrado ya 12,3 millones de unidades de la vacuna durante los últimos cuatro meses, de las 13,7 millones de dosis que Pfizer, Moderna y Astrazeneca han enviado hasta el país. La vacuna de Johnson & Johnson todavía sigue en el aire, después de que Estados Unidos iniciase una investigación sobre la aparición de trombos en la sangre como uno de los posibles efectos secundarios.