Sánchez y Feijóo se enzarzan en un debate electoral con la energía como pretexto
Pedro Sánchez se lanzó contra Alberto Núñez Feijóo en un discurso duro con el que descapitalizarle políticamente, aunque el popular devolvió el golpe
El Pleno del Senado de este martes tenía una función clara, a priori: se había convocado con un único punto del día, hablar, simple y llanamente, del plan de ahorro y gestión energética y su perspectiva territorial, así como del contexto económico y social del mismo. Pero, desde el minuto uno, se evidenció que el tan ansiado cara a cara entre el presidente del Gobierno y el líder de la oposición tenía un claro tinte bipartidista, evidente hasta rayar en lo puramente electoral.
Pedro Sánchez se lanzó contra Alberto Núñez Feijóo en un discurso duro con el que buscaba descapitalizarle políticamente. Las encuestas también llegan a Moncloa, y el presidente del PP se encuentra en un momento muy dulce, tanto que, a las puertas del ciclo electoral más trascendente de los últimos tiempos -con elecciones municipales y autonómicas en mayo, primero, y comicios generales a final de año-, se convierte en una amenaza seria.
El líder popular no dudó en usar todos sus comodines a su disposición, sabiéndose la amenaza, porque Sánchez se dedicó a hacerle una radiografía completa en lo que a sus incoherencias políticas se refiere, todo acompañado de la misma coletilla final: «¿Insolvencia o mala fe?». Pero si el presidente del Gobierno hablaba de las propuestas caídas del PP, o de sus posiciones, o incluso de sus ataques al presidente -bajo la premisa de que España «necesita una política con mayúsculas»-, Feijóo no se quedó atrás.
«Fracasará como el señor Casado»
Sánchez habló de los ataques que Feijóo le ha dedicado desde que accedió a la presidencia del PP, de llamar a su partido «sanchista», de gazapos que han protagonizado alguna de sus intervenciones en los últimos tiempos, de su acción de Gobierno en Galicia. Todo con un objetivo único: dinamitar la imagen de gestor y político serio, gris, moderado de la que goza el líder popular. «Usted va a fracasar como fracasó el señor Casado», sentenció.
La energía sólo fue el pretexto. Apenas en un par de pinceladas en lo global de sus intervenciones, aunque sí había monopolizado el prometedor arranque del Pleno, se habló de la excepción ibérica y de «lo que está por venir». «Lo peor», en los augurios de Feijóo; «tiempos difíciles, pero sin catastrofismo», para Sánchez.
El tono no era anécdota: con el tic-tac electoral resonando para ambos dirigentes, y tenían que marcar posturas. Era, sencillamente, a lo que aspiraban en Moncloa. Fuentes del Gobierno insistían que era una «confrontación de modelos», y por ello Sánchez no dudó en erigirse como presidente «socialdemócrata», algo de lo que ha dudado Feijóo, pero que ha ofendido profundamente al socialista.
«No tienen talla política»
Es por ello que su segundo turno de réplica estaba escrito a modo de arenga, casi. El PSOE sabe que tiene que movilizar a sus votantes, que se encuentran aletargados tras varios reveses electorales. Fuentes socialistas señalan que «el Gobierno de España tiene el aval de su gestión y las propuestas necesarias para seguir llevando al país por la senda del crecimiento, incluso en estas condiciones de incertidumbre».
«También se ha constatado algo que ya era un secreto a voces: Feijóo no tiene la talla política para gobernar una de las grandes economías de la Unión Europea como es España. Su visión es la de la política mínima y no la de un líder fuerte y sólido que sea capaz de negociar en el ámbito internacional logros que beneficien a los ciudadanos españoles», insisten las voces consultadas.
Es por ello que en Ferraz piensan que, a un año y medio de las elecciones generales, el PP no ha encontrado «todavía» un liderazgo «capaz de debatir con Pedro Sánchez en el mismo registro». «Mientras el presidente del Gobierno tiene el país en su cabeza, Feijóo todavía no ha superado dejar Galicia para aterrizar en Madrid», creen en la dirección del PSOE.
El PP aspira a un debate «cada semana»
Los populares también mostraban su satisfacción. Insisten desde la dirección del partido en conversación con Economía Digital en que «ojalá» hubiera un debate de este voltaje entre el presidente del Gobierno y el líder de la oposición «todas las semanas». «Hemos arrasado», resumía un dirigente popular al finalizar la intervención de Feijóo, porque sabían que partían en posición de inferioridad por el formato -«un debate para maniatar a Feijóo»-.
En Génova creen que la insistencia de su líder en ofrecer, una y otra vez, acuerdos al presidente del Gobierno por «el bien» de España, les situaba como la «alternativa, y queda cada vez más claro». Sobre todo al contemplar, con suma satisfacción, como Sánchez se ha dedicado a hacer «oposición de la oposición». «Se inspira en nosotros para anunciar nuevas medidas», se regocijaba un miembro de la dirección. «¿Mayor ejemplo de nuestro liderazgo?», guiñaba.
Ambos dos ganadores, como en cualquier debate electoral. Porque ningún otro líder de los que intervinieron en el Pleno, hasta 17 portavoces más además de ellos dos, contó ni con el interés ni con la energía del presidente del Gobierno en su réplica. Aunque sí se hablara más de ahorro. Por lo menos.