Sánchez se vuelca con Yolanda Díaz para evitar un ‘ayusazo’
El Gobierno busca evitar a toda costa que la división de la izquierda aúpe a PP y Vox en las próximas elecciones, como ya sucedió en Madrid con Ayuso
Pedro Sánchez necesita a Yolanda Díaz y viceversa. El presidente del Gobierno se vuelca con la plataforma de su vicepresidenta para evitar a nivel nacional el traumático ‘Ayusazo’ que dejó a los socialistas madrileños en su peor resultado, perdiendo 13 escaños y 275.000 votos.
Con las elecciones a dos años vista, los socios del Gobierno se rearman electoralmente. En el PSOE se han dado cuenta de que la fragmentación de la izquierda elevaría un ejecutivo del PP respaldado por Vox. De ahí que Pedro Sánchez se volcase este martes en el nuevo proyecto de Yolanda Díaz asegurando que le gustaría «que se diera ese proceso de unión en la izquierda del PSOE».
Los socialistas no quieren volver al traumático ‘Ayusazo’. Ese que les dejó sin opciones en Madrid, con los peores resultados de su historia y en el peor momento de la formación por una izquierda fragmentada que a duras penas se puso de acuerdo y con una alianza fallida entre Más Madrid y Unidas Podemos y también con el PSOE-M.
Más que arañarles votos, en el PSOE temen que la vicepresidenta no logre ahormar este espacio y todo quede en un sopa de siglas que no llegue a sumar la barrera del 5% requerida. Esto dañaría y mucho la suma de Sánchez para revalidar La Moncloa, más si cabe con el auge de Vox.
Voces socialistas explican a Economía Digital que «rebajar el posible auge de Vox» también sería la clave en muchos territorios. Y es que la formación de Santiago Abascal se ha asentado en muchas comunidades, como Andalucía, en la tercera fuerza por encima de distintas plataformas izquierda más allá de los socialistas.
El propio Sánchez recordó, en una entrevista en La Ser, que el actual sistema electoral «penaliza la división», por el efecto en el reparto de escaños de la circunscripción provincial, ya que supone un lastre para los espacios políticos que se fragmentan.
En el PSOE ya han activado las alarmas y, pese a decir que las encuestas «todavía son volátiles», sí que preocupa que el PP suba su representación tras la práctica desaparición de Cs. De esta manera, en el PSOE necesitan que a Yolanda Díaz le vaya bien.
El PSOE echa cuentas
Los socialistas comienzan a sacar la calculadora para intentar revalidar el Gobierno aupado por sus actuales socios de investidura, pero para ello todos tienen que sumar en las urnas. Cabe recordar que en los últimos comicios, Podemos quedó cuarta fuerza por detrás de Vox.
Una posición peligrosa si el aumento del Partido Popular se consolida o, tal y como apuntan algunos sondeos, se produce el ‘sorpasso’ al PSOE. Los socialistas necesitan que el bloque a su izquierda crezca para consolidarse y eso pasa porque la candidatura de Yolanda Díaz quede tercera en las comunidades que ahora ocupa Vox.
Especial preocupación existe en Andalucía. Los socialistas no descartan un adelanto electoral que les pille con el pie cambiado, pero no solo a ellos sino a las múltiples plataformas de izquierdas que, en estos momentos, seguirían sin sumar al no haberse presentado bajo una única candidatura. Cabe recordar que debe de superarse la barrera del 5% y ahora mismo caerían la mayoría de estos espacios.
Sánchez confía en Díaz
Desde Presidencia explican que Sánchez mantiene «buena sintonía» con Díaz y que ésta nunca se ha roto desde que es vicepresidenta. La gallega ha frenado en varias ocasiones a Unidas Podemos para sacar adelante pactos en el seno del Gobierno de coalición que, de otra forma, habrían sido imposibles, según apostillan fuentes conocedoras.
Un ejemplo reciente lo constituye la actual Ley de Vivienda pactada entre PSOE y Podemos. Algunos dirigentes de la formación morada no se han quedado satisfechos asegurando que se trata de una norma «descafeinada» ante sus reivindicaciones.
Sin embargo, Díaz ha sabido reconducir la situación con los suyos o eso ha hecho creer desde fuera obteniendo estos días el respaldo de Podemos a su proyecto para intentar reunir a todas las fuerzas de izquierda más allá del PSOE.
En el partido de Belarra también han echado cuentas y ahora sí que aceptan diluir sus siglas, pese a que quieran seguir marcando el paso con sus políticas porque en algunos territorios el proyecto de Unidas Podemos sigue de capa caída y no daría tiempo a volver a consolidar un espacio fuerte.
Con este espaldarazo por parte de Podemos, la pelota queda en el tejado de Iñigo Errejón, quien no vería con buenos ojos integrarse en el proyecto de Díaz ante el miedo a que su figura se diluya. La vicepresidenta apuesta por voces fuertes y de mujeres y eso lo deja en uno más.
Quien sí busca arrebatar la bandera a Errejón es Pedro Sánchez, quien reivindicó este fin de semana las etiquetas del feminismo, el ecologismo y la salud mental. Los socialistas ya se han rearmado en su 40 Congreso Federal y entre las pautas marcadas por Sánchez se encuentra la de ensanchar al partido por el centro y dejar espacio a Díaz.
De ahí, que Sánchez reivindique las políticas de Zapatero y de González y tampoco ha sido de extrañar que en este cónclave hayan quedado aparcadas numerosas reivindicaciones provenientes de su anterior marca ‘Somos la izquierda’ para volver a «la fuerza de la socialdemocracia» con su lema «Avanzamos».
La estrategia de Sánchez pasa por reorientar la legislatura hacia las cuestiones económicas y sociales mientras amplifica las tensiones en la derecha: «La estrategia que impulsa la ultraderecha y a arrastra a menudo a la derecha responde a un cuestionamiento profundo del pacto democrático».
Sánchez se centrará en romper la suma PP y Vox, mientras deja hueco a las políticas de Díaz. El experimento ya salió bien una vez, pero todavía quedan dos años y eso en política es mucho.