Sánchez vuelca la Moncloa en desmontar a Feijóo en el debate del estado de la nación
Tras la ola de crédito con la organización de la OTAN, el presidente del Gobierno centra los esfuerzos de su equipo en preparar una sesión que eclipse a los populares
Con la clausura de la OTAN aún revoloteando por encima, el buen sabor de boca y la satisfacción y el orgullo expuestos por él mismo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ya está con la vista puesta en el siguiente desafío. Porque en la lista de grandes momentos que planteaba atesorar a lo largo de la legislatura -más todos los involuntarios que se han sumado- faltaba uno, de gran calado político, pero que llevaba tiempo desactivado: el debate sobre el estado de la nación.
Así, según ha podido saber Economía Digital, ha puesto a trabajar a Moncloa a pleno rendimiento para preparar este pleno monográfico que sirve para examinar la política que el Gobierno ha llevado a cabo durante ese año. Todos los esfuerzos están dirigidos, ahora, ahí. Para que no suceda como con la cumbre, donde dejó mejor sabor de boca la organización, con una imagen de país sin igual, que los resultados en sí obtenidos con la Alianza Atlántica, atendiendo al relato de fuentes de los equipos organizadores.
Para ahora, la estrategia está clara: emerger de nuevo con una imagen presidencialista, de líder total, frente a una alternativa -la representada por el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo– que ni siquiera estará en el parlamento porque no tiene acta de diputado, sino de senador. La confrontación ideológica será total: contraponiendo una postura «progresista» y «que no deja a nadie atrás» frente a un PP al que liga con empresas cuestionables y «derecha económica».
Renacer en las encuestas
El líder socialista es consciente de que su popularidad a pie de calle está baja, tras el batacazo andaluz y con los precios de la energía y carburantes disparados. También sabe que tiene que contrarrestar de alguna manera la ola ascendente que surfea Feijóo, que aparece claramente por delante en todas las encuestas demoscópicas.
Así, lo piensa interpretar por todo lo alto. Por primera vez en siete años y por primera vez con Sánchez de presidente, el Congreso de los Diputados celebrará el debate los días 12, 13 y 14 de julio, según fuentes parlamentarias, aunque esa fecha se sitúe fuera del periodo ordinario de sesiones. Además, a continuación, está previsto un pleno extraordinario para aprobar leyes como la de Memoria Democrática, el decreto anticrisis y la renovación del Tribunal Constitucional.
Perfil izquierdista
No son tramitaciones cualquiera, ni siquiera técnicas. Quiere Sánchez marcar perfil, pegar un arreón a la legislatura, cuando paran de acumulársele crisis y los peores augurios económicos, no sólo los derivados de las consecuencias de la guerra de Rusia y Ucrania -como puede ser el dato de la inflación- sino también las expectativas de crecimiento o la gestión de los fondos europeos, que van cuesta abajo.
Va a presumir de medidas, como el paquete de ayudas aprobado la pasada semana, y que incluía la rebaja del IVA de la luz del 10% al 5% «para proteger a las familias». Y esta manera de encaminar sus pasos la escenificó en una entrevista en laSexta, con la que cerraba el tour periodístico al que se ha sometido con motivo de la celebración de la reunión de la Alianza Atlántica.
Ahí, no rehuyó la pregunta sobre la inflación -«Es un dato malo, pero podría ser peor si no hubiésemos desplegado las medida»- y volvió a marcar perfil izquierdista, progresista, con la mira puesta en las clases trabajadoras.
«Tratan de caricaturizar mi proyecto político», se defendió, tras mofarse de «los cenáculos de la villa de Madrid y los señores con puro». «Lo que a mí me mueve y justifica mi compromiso político es afianzar a España en Europa y que seamos protagonistas del fortalecimiento y el renacimiento de Europa tras este embate tan dramático».