Sánchez utiliza la investidura de Rajoy para recusar a sus barones
El secretario general socialista utiliza su tiempo en el Congreso para pronunciar un discurso en clave interna de partido ante las cada vez más divisiones
El líder del PSOE, Pedro Sánchez, rechazó con un «no rotundo» apoyar la investidura de Mariano Rajoy por «coherencia» con su ideario y por el «bien del país». Le acusa de querer pasar «de la legislatura del absolutismo a la del chantaje» y de pretender gobernar «sin oposición». Pero el discurso mutó inmediatamente hacia una arenga en clave interna dirigida a los barones del PSOE.
Sánchez ha dado más argumentos para defender su posición como secretario general ante la presidenta andaluza, Susana Díaz, el extremeño, Guillermo Fernández Vara, o el asturiano, Rafael Fernández, amén de otros líderes críticos no presentes este miércoles en el Congreso de los Diputados.
Sánchez, que reclama para sí el papel de jefe de la oposición, no escenificó ningún guiño a otros partidos representados en la Cámara para ganar complicidades y lograr esa responsabilidad. Pablo Iglesias, el jefe de Podemos, sí apeló a la capacidad de armar una alternativa a Rajoy debido a la posibilidad de diálogo, tanto de socialistas como de comunistas, con los partidos nacionalistas.
Respuesta a los críticos
Al contrario que su «bestia negra» en Podemos –que insiste en explorar alternativas—, Sánchez contestó a las voces internas de su partido, que piden la abstención del grupo parlamentario para que Rajoy gobierne y el PSOE pase, por tanto, a liderar la oposición. «Si cediéramos a sus presiones esta sería la legislatura del chantaje», dijo Sánchez. El secretario general socialista sostiene que España «necesita un Gobierno, pero no un mal gobierno».
Con un tono vivo, Sánchez sí reprochó directamente a Rajoy su no asunción de responsabilidades por los casos de corrupción del PP y se mostró convencido de que permitir que siga gobernando supondría «sobreseer» esa responsabilidad. También le niega que tenga «credibilidad» para cumplir lo que promete, e insiste en que lo que defiende el PSOE es una «enmienda a la totalidad» a su política.
«España necesita un Gobierno limpio, social y creíble y el suyo ni lo es ni lo sería», ha acusado el líder socialista a Rajoy, al que ha reprochado sus políticas de «recortes» y su «concepción centralista y uniformizadora» del Estado. Para Sánchez, el «permanente rechazo» de Rajoy a entender esa diversidad refleja que «no está capacitado para liderar España en los próximos cuatro años«.
Misil contra Ciudadanos
En su discurso, respondió también a la petición de Ciudadanos de que el PSOE facilite por «patriotismo» el Gobierno de Rajoy denunciando que «nadie tiene derecho a monopolizar el patriotismo». «Algunos piden el voto por patriotismo y otros están dispuestos a perder toda credibilidad por la patria», ha criticado en referencia al PP y Ciudadanos.
Durante la réplica, Sánchez insistió con su mensajes dirigidos a los barones socialistas. Remachó durante su último turno que «nadie» puede pedirles que apoyen aquello que aspiran a cambiar y en que la «exclusiva responsabilidad» de que Rajoy no consiga los apoyos suficientes para gobernar es suya.