Sánchez roza el conflicto de intereses con el presidente de la CNMC
El favorito en las quinielas para relevar a Marín Quemada al frente del regulador es Mariano Bacigalupo, marido de la vicepresidenta Teresa Ribera
La Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) renovará su Consejo a propuesta del nuevo Gobierno que preside Pedro Sánchez. La entidad reguladora designará un nuevo presidente y en las quinielas suena con fuerza Mariano Bacigalupo, uno de los integrantes de la cúpula del organismo desde julio de 2017.
Según señala Expansión, Bacigalupo, argentino de 51 años, es el elegido a propuesta del PSOE para relevar al actual presidente de la CNMC, José María Marín Quemada, que ostenta el cargo desde 2013. Pero se da el caso de que el candidato es el marido de Teresa Ribera, la vicepresidenta para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, y de que uno de los grandes sectores que regula la CNMC es la energía, campo clave de la vicepresidenta de Ribera.
La situación del Gobierno, en funciones durante casi los dos últimos años ha impedido que se renueven los cargos de cinco consejeros de la entidad, que han visto como su mandato se ha extendido unos meses más de lo debido. Estos mandos empiezan desde el propio presidente, Marín Quemada, y continúan por la actual jefa de Bacigalupo, la vicepresidenta de la sala de Supervisión Regulatoria, María Fernández.
Los consejeros de la sala de Competencia Clotilde de la Higuera y Josep María Guinart, además del consejero de supervisión regulatoria Benigno Valdés, tendrán que dejar la entidad, después de que el pasado 9 de septiembre cumplieran seis años en sus respectivos cargos.
En la renovación, Bacigalupo daría un salto en su posición en la CNMC. En este punto, se abre un debate sobre el conflicto de interés que supondría su nombramiento, por el matrimonio del argentino, licenciado en Derecho y Ciencias Políticas, con Teresa Ribera.
Sánchez ya ha levantado ciertas suspicacias por la designación de la exministra de Justicia, Dolores Delgado, como nueva fiscal general del Estado. Un cargo que ha vuelto a poner de relieve el debate sobre la separación de los poderes Ejecutivo y Judicial. La imagen de Delgado, además, estaba dañada después de que se revelara una comida con el excomisario de la Policía Nacional, José Villarejo, implicado en varios escándalos de corrupción que salpican incluso a bancos como BBVA o compañías como Iberdrola.
Trabas en su nombramiento
El principal inconveniente que presenta Bacigalupo es precisamente el cargo que ha estado ocupando los últimos dos años y medio. La CNMC establece que el presidente del organismo tiene que presidir también la sala de Competencia, mientras que Bacigalupo ha centrado su labor en la supervisión regulatoria, con la energía y las telecomunicaciones como principales temas a tratar.
A su favor, Bacigalupo es reconocido por su prestigio dentro de la abogacía, dedicándose especialmente a la regulación del sector energético. Entre 2006 y 2012, por ejemplo, ocupó la vicepresidencia general y, posteriormente, la secretaría general de la Comisión de Energía.