Sánchez reformará malversación de manera limitada junto a ERC
En ningún caso con este cambio se «retrocede en materia de la lucha contra la corrupción». El presidente del Gobierno quiere esperar a que ERC presente sus enmiendas
La reforma del Código Penal para eliminar el delito de sedición, finalmente, no irá sola: el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha confirmado este martes en una conversación informal con periodistas en el Congreso de los Diputados que también está la puerta abierta a retocar el delito de malversación, un movimiento ansiado por los grupos independentistas catalanes para poder disminuir las sentencias de los líderes del procés y que genera malestar en el seno del PSOE y del Gobierno. Sin embargo, Sánchez está decidido.
Este viernes concluye el plazo para presentar enmiendas a la proposición de ley que sustituirá sedición por un delito de desórdenes agravados, y en ese contexto se prevé que Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) solicite los cambios sobre malversación, una negociación discreta que lleva tiempo sucediendo entre el partido y el Gobierno y de la que ahora el presidente del Gobierno ha admitido que se valora una reforma parcial.
Eso sí, con un matiz importante: que en ningún caso con esta reforma se «retroceda en materia de la lucha contra la corrupción». Sánchez quiere esperar a que ERC presente sus enmiendas, pero en ningún caso esas rebajas afectarán a la «regeneración democrática».
A ojos del Gobierno, sólo hay que tener en cuenta el derecho comparado y mirar a los países de alrededor para medir bien cómo se deben acatar esos cambios, y diferenciar bien qué es corrupción política y qué no. Para distintos miembros del Consejo de Ministros, en Francia, Italia, Alemania y Portugal se diferencia entre malversación y corrupción política, y por eso, a su entender, esta reforma no acarreará «coste electoral».
«Habrá cero empatía con ningún corrupto», ha sumarizado un destacado dirigente del Gobierno. Y ahí, precisamente, emerge la figura de José Antonio Griñán. Porque ERC incide en la ausencia de enriquecimiento personal como pilar de su reforma «quirúrgica» de la malversación, pero otros grupos creen que debería penarse y no dejar fuera el enriquecimiento a terceros. Si fuera así, el expresidente socialista de la Junta de Andalucía no se vería beneficiado.
De igual modo, el presidente del Gobierno tiene la convicción de que esta reforma es imprescindible para cerrar el círculo del proceso independentista de Cataluña y para cumplir el acuerdo con la Generalitat de «desjudicializar» la crisis catalana. Así, el pleno en el que se debatirá definitivamente la reforma, ya con esta enmienda incluida, será en torno al 15 de diciembre.