Sánchez quiere desinflar a Feijóo y aislar a Díaz en el debate energético del Senado

Sólo había sucedido en una única ocasión anterior: ver al presidente del Gobierno mantener un debate en el Senado más allá de las sesiones de control no es habitual. Sin embargo, Pedro Sánchez ha decidido marcar perfil y recoger el guante que le tendía el Partido Popular para explicar en la Cámara Alta, y no en el Congreso como es habitual, el plan de ahorro energético, la pendiente reforma del mercado eléctrico y las implicaciones territoriales que puede conllevar en nuestro país.

Es un gesto casi inédito: tradicionalmente, los cara a cara entre el presidente y el líder de la oposición sólo tienen lugar en el Congreso. En el Senado sólo había un precedente, en 2018, cuando Sánchez compareció para hablar de migración y las líneas generales de actuación del Gobierno. Es por ello que este paso es muy premeditado, dentro de la estrategia de Moncloa.

Pedro Sánchez tiene por delante el curso más relevante de su legislatura si aspira a reeditar su Gobierno, y en su equipo saben que la única figura que puede competir con él es, precisamente, la del presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, que se encuentra en un momento muy dulce de popularidad, según se deduce de las últimas encuestas. Además, en un cara a cara que les visibilice a ambos como tesis y antítesis, queda fuera cualquier otra opción, como la candidatura que ya anda fraguando la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, de cara a las elecciones generales.

«Queremos confrontar modelos en un debate que sea sereno y constructivo. Nosotros tenemos claro cuál es el nuestro, que está alineado con los países de nuestro entorno y que pasa por dar protección a las familias y a los trabajadores», señaló la portavoz del Gobierno, la ministra Isabel Rodríguez, nada más anunciar que recogían el guante. En ese breve mensaje se encierra toda la estrategia del PSOE.

«Se retratan solos»

Fuentes de Moncloa señalan a Economía Digital que la posición del PP, que aseveraba que esta comparecencia es «insuficiente» porque, entienden, no se hablará de «política general» -aunque esté registrada como tal ante la Mesa del Senado-, que se «retratan solos». A ojos del Gobierno, el PP se ha quedado «a contrapié, patidifuso».

Las fuentes consultadas entienden que hacerlo en el Senado en lugar del Congreso es de recibo, porque se trata de un «debate con implicaciones territoriales». «Además, el debate con Feijóo nos parece bien, debate sereno, con propuestas». El objetivo no es otro que «que quede claro» que los populares «no tienen modelo alternativo, tendrán que improvisar un plan si quieren contraponer modelos».

La idea, en suma, es desmontar la narrativa del líder del PP, que se encontrará con una réplica de facto del Debate sobre el estado de la Nación del pasado mes de julio, con el que Sánchez clausuró el curso político y donde Núñez Feijóo no pudo intervenir al no ser diputado en el Congreso.

Fue ahí, precisamente, donde los populares utilizaron la mayor parte de su turno de intervención para hablar sobre terrorismo y las víctimas, a pesar de que el presidente del Gobierno utilizó la tribuna para anunciar medidas como la bonificación de los abonos de Cercanías o Rodalíes o las nuevas becas complementarias para estudiantes, entre otras medidas, para combatir el impacto de la inflación en la población.

El PP dice que es fruto de su «desesperación»

«En el Senado le esperamos», aceptan el embate fuentes de la dirección del PP en conversación con Economía Digital. «Es el momento de recordar que su desesperación les hace tener que subir a rematar los córners con el portero», ahondan.

La estrategia del PP pasa por ampliar el debate más allá de lo puramente energético y desbrozarlo para atacar al PSOE en lo que entienden que es su mayor punto débil: la economía. Inflación, problemas de las familias, deuda pública. Ahí se centrarán sus esfuerzos.

Ahora, es turno de la Mesa y la Junta de Portavoces del Senado para decidir la fecha del Pleno. Ambos órganos se reúnen este miércoles y fuentes de Moncloa apuntan que lo más probable es que se convoque para el próximo martes 6 de septiembre. Además del presidente del Gobierno y el líder de la oposición -que tiene acta de senador-, también podrán participar todos los grupos de la Cámara Alta.