Sánchez da su primer mitin ante un PSOE devastado: «Hablarán de pucherazos y de que hay que detenerme»
Sobre el adelanto electoral, Sánchez ha argumentado que fue un movimiento inevitable tras un "castigo injusto e inmerecido". "Tomé la decisión con mi conciencia"
Los ánimos de los diputados y senadores socialistas de la XIV legislatura -la que acaba de finalizar con la disolución de las Cortes hace veinticuatro horas, por lo que la gran mayoría de ellos ya no ostentan esa condición- daban la justa medida del varapalo que el PSOE sufrió el 28-M y que llevó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a adelantar las generales al 23-J. La rabia, la desolación y la conmoción son patentes en el partido, y precisamente por eso el secretario general ha convocado este miércoles una reunión del grupo donde ha tratado de lanzar una arenga y ha inaugurado la campaña con un primer mitin, oficioso, no oficial, ante los suyos.
Sobre el adelanto electoral, Sánchez ha argumentado que fue un movimiento inevitable tras un «castigo injusto e inmerecido». «Tomé la decisión con mi conciencia», ha argüido, porque «el sentido del voto trasladaba un mensaje que iba mucho más del espacio local y regional». «Ningún líder que merezca serlo puede mirar a otro lado […]. Tenía que dar un paso al frente. No me costó mucho entenderlo. Sin esconderme sin desentenderme«.
Pero no sólo les ha contextualizado la decisión que pocos en el partido esperaban, sino que ha advertido de lo que se viene, a sus ojos: una campaña electoral enfangada. «Van a tratar de crispar hasta límites insospechados para que bajemos los brazos y desmovilicemos a los nuestros», ha insistido. «Hablarán de pucherazo, unos, y otros que habrá que detenerme como responsable de ese pucherazo».
Elegir entre «un presidente con Biden o con Trump»
«Ya lo han hecho y lo volverán a hacer. Tampoco es nuevo, sus maestros norteamericanos lanzaron a una turba enloquecida contra el Capitolio para denunciar un falso pucherazo en las elecciones que [Donald] Trump perdió contra [Joe] Biden«, ha recordado el presidente del Gobierno. Es por ello que Sánchez ha llamado a los ciudadanos a escoger si «prefieren un presidente al lado de Biden o al lado de Trump y [el expresidente ultraderechista de Brasil Jair] Bolsonaro».
En esa disyuntiva en la que él se presenta como la única opción frente a un bloque conjunto de PP y Vox, Sánchez ha indicado que esas dos formaciones «copian al alimón los métodos y las proclamas que hemos visto en Washington, en Budapest o en Brasilia». «Para un demócrata, solo hay un método infalible para aclarar estas dudas: la democracia. Lo mejor es que los españoles tomen la palabra y se pronuncien sin demora», ha aseverado en su discurso ante los parlamentarios socialistas.
«Los retos que España afronta son enormes, España debe decidir qué rumbo toma«, ha valorado. «No se decide el pasado, se discute qué España aspiramos a ser. La alternativa ante todo eso es PP y Vox, tándem de fuerzas políticas ya del todo semejantes en la forma y en el fondo». «Lo que saldrá del 23-J es lo que decidan los españoles», ha sentenciado. «Vamos a ganar las elecciones», ha proclamado, lo que ha provocado el aplauso de los suyos, puestos en pie y necesitados de ánimos.
Derogar el sanchismo
¿Por qué, a qué se aferra el PSOE como un clavo ardiendo? A la lógica de que no se vota igual en clave local y autonómica que nacional. Y es por eso que ha sacado la lista de medidas aprobadas en esta legislatura, presumiendo de acción política y gestión de Gobierno.
«Del programa de PP y Vox lo único que conocemos es que pretenden, como dicen ellos, derogar el sanchismo«, ha ironizado Sánchez. «No son muy explícitos a la hora de explicar qué es, pero derogar para el PP y Vox significa destruir todo lo construido, desmantelar todo lo conquistado, acabar con los avances sociales logrados en los últimos 5 años. Derogar todo lo aprobado».
Así, ha hilado una retahíla de compromisos llevados a cabo por el PSOE y Unidas Podemos con el apoyo de los socios, especialmente ERC, Bildu y PNV, durante los últimos cinco años. «Por ejemplo, tal vez cuando hablen de derogar el sanchismo, sea derogar el aumento del SMI y volver a los 735 euros al mes de Mariano Rajoy. Tal vez quieran derogar la reforma laboral e imponer la precariedad en los contratos, o suprimir el IMV, el cual han descalificado diciendo que era una paguita».
Ha mencionado de esta manera las leyes de muerte digna, vivienda, o los impuestos a las energéticas y a la banca, las becas educativas, la defensa de la sanidad pública y el parón de su privatización, la ley de cambio climático, la apuesta por las energías renovables, o el pacto de Toledo y la revalorización de las pensiones conforme al IPC.
«El voto nos iguala a todos, al banquero y a la cajera. Todo depende que la gente», ha finalizado Sánchez, con una defensa del orgullo del PSOE que ahora mismo se encuentra en sus horas más bajas. «Nuestro partido no lo fundaron siete exministros de una dictadura con la financiación de unos cuantos banqueros. El PSOE lo formaron en un bar de Madrid 25 trabajadores: 16 tipógrafos, cuatro médicos, un profesor, dos artesanos, un marmolista y un zapatero. Esa es la gente que representamos«, ha zanjado.