Sánchez pide a las CCAA que no compren vacunas
Andalucía sigue comprando y fuentes gubernamentales critican que la Junta no envió a Sanidad ninguna notificación oficial alguna de la apertura de estos contactos
El Gobierno evidencia su malestar pidiendo a las autonomías que no compren vacunas en solitario. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, envió este lunes un mensaje claro a las comunidades autónomas: «¿A dónde va un lander (cada uno de los estados federados de Alemania) o una autonomía solas compitiendo con países de miles de millones de personas a la hora de acceder a una vacuna?».
La compra de vacunas por parte de los distintos territorios sigue causando un profundo malestar en Moncloa, quien hasta ahora el responsable único de este cometido con la Unión Europea. El presidente ensalzó este lunes en un foro económico la «cogobernanza» puesta en marcha entre gobierno y comunidades para recalcar la frase: «Mejor juntos, mejor unidos».
El aviso llega tarde y se dirige, principalmente, a Andalucía. El PP andaluz ha anunciado que se reunirá esta semana vía telemática con fabricantes rusos para hablar sobre la vacuna Sputnik.
La Junta asegura que solo explora posibilidades para el caso de «ruptura» en el mercado de compras. Pero en Moncloa no lo ven así desatando el malestar y un nuevo enfrentamiento con las comunidades gobernadas con el PP, pese a que los socialistas valencianos también lo hayan hecho.
Moncloa critica que Andalucía no haya avisado a Sanidad
A juicio de Sánchez, ha sido la «acción coordinada de la Unión Europea», tanto en el acceso a las vacunas como en las ayudas para la recuperación económica, lo que ha permitido que los Veintisiete afronten «el principio del fin de la pandemia».
Fuentes gubernamentales critican que la Junta de Andalucía no envió a Sanidad ninguna notificación oficial alguna de la apertura de estos contactos exploratorios con los fabricantes rusos, donde se rechazan frontalmente este tipo de reuniones.
El consejero de Salud de la Junta, Jesús Aguirre, aseguró este lunes que Andalucía sigue siendo partidaria de la compra centralizada de vacunas desde el Ejecutivo central y la Comisión Europea como se hace ahora, pero exigió al Gobierno que «cumpla con el volumen prometido» de viales, porque si hubieran llegado a Andalucía las dosis previstas en el primer trimestre de este año estaría inmunizada el 18% de la población en vez del 6,3%.
Asimismo, desveló que «desde el primer día» la Junta ha mantenido encuentros con representantes de laboratorios como Rovi, Astranezeca o Jannsen, entre otros, no para comprar vacunas, sino para tener información directa de sus proyectos y planificar el programa de vacunación en Andalucía.
Ayuso o Puig también lo han hecho
Ya es el segundo aviso que el Gobierno efectúa a los distintos territorios. Primero fue la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, quien la semana pasada advirtió que «eso (en relación a la compra de vacunas) corresponde al Consejo Interterritorial y está decidido. No le corresponde a ninguna CCAA».
Hasta el momento, la compra de vacunas en España se ha realizado por parte del Gobierno central con la Unión Europea. Alemania abrió la veda a la compra independiente al negociar varias regiones por su cuenta.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, destapó la semana pasada la caja de los truenos reconociendo que se había reunido con representantes de la vacuna rusa para una posible compra si volvía a darse una situación de desabastecimiento.
Desde Moncloa tacharon su actitud de «desleal» y una hora más tarde, se descubrió que el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, también lo hizo.
Más comunidades estudian y mantienen estos contactos a expensas del Gobierno, por si surgen de nuevo retrasos que pongan en peligro el proceso de vacunación y el objetivo de Moncloa, que el 70% de la población española esté vacunada a finales de agosto.
El debate sobre si el Estado debería ser el único interlocutor con los fabricantes a través de la UE ya enfrenta a los expertos. Por un lado, piensan que la estrategia de vacunación europea acordada por todos los Estados miembros establece que es la Unión Europea la que negocia con las farmacéuticas el precio de las vacunas y las distribuye entre los distintos países de acuerdo a los criterios recogidos en el documento que todos firmaron. De hecho, también financia una parte de la compra de las dosis.
Este grupo considera que una vez que los estados reciben las vacunas, es su deber repartirlas a nivel interno. En el caso de España, por comunidades autónomas. Sin embargo, otros catedráticos consultados aseguran que «no hay ninguna limitación expresa que diga que la compra de vacunas se tiene que centralizar a través del Estado», pero inciden en que las comunidades se tienen que atener a la estrategia europea de vacunación y a la competencia de coordinación del Gobierno central. «Ninguna comunidad se puede saltar la estrategia europea de vacunación», sostienen.