Sánchez nombra a Meritxell Batet puente con Cataluña

La elegida por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para lidiar con la crisis territorial será Meritxell Batet. El jefe del Ejecutivo nombrará a la dirigente catalana como ministra de Administraciones Públicas, una cartera que tiene entre sus funciones las relaciones con las comunidades autónomas y la coordinación de la Administración General del Estado.

Hasta ahora el diálogo con las autonomías era una tarea de la vicepresidencia del Gobierno, por lo que se consideraba a Soraya Sáenz de Santamaría una especie de ministra para Cataluña. Administraciones Públicas vuelve a tener rango de ministerio como durante el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero, que otorgó esta cartera a Jordi Sevilla entre 2004 y 2007, y posteriormente, a Elena Salgado, hasta que en 2009 suprimió el departamento.

Batet es diputada del PSC y persona de máxima confianza de Sánchez. No en vano, concurrió a las elecciones generales de 2015 en la lista del PSOE por Madrid, como número dos. En abril de 2016 la dirigente socialista cambió de circunscripción y concurrió como cabeza de cartel del PSC por Barcelona, tras la dimisión de la exministra Carme Chacón. En 2017 Batet asumió la secretaría general adjunta del PSOE en el Congreso. Ahora será la segunda ministra catalana del Ejecutivo, junto a Josep Borrell.

Batet es una dirigente de confianza de Sánchez y fue su número dos en las generales de 2015

La nueva ministra de Administraciones Públicas tendrá como principal cometido lidiar con el presidente de la Generalitat, Quim Torra, en la resolución de la crisis política causada por el referéndum ilegal del 1 de octubre y la posterior declaración unilateral de independencia, que derivó en la intervención de la autonomía catalana en aplicación del artículo 155 de la Constitución.