Sánchez ningunea la crisis con Podemos y centra la negociación de las cuentas en ERC
La presentación de los Presupuestos y en el ala socialista ya dan por cerrados sus tiras y afloja con los morados, por mucha polémica sobre el gasto en Defensa que les esté envolviendo
Alumbrar los Presupuestos Generales del Estado con un parlamento fragmentado y un Gobierno en coalición no ha sido una tarea fácil durante los últimos tres años, pero que el aumento del gasto en Defensa -una medida anunciada en junio y pactada en el seno de la Moncloa en el mes de julio- y el desbloqueo de una ley mollar para el socio minoritario del Ejecutivo -Vivienda, en este caso, negociada en las cuentas públicas de 2021 y 2022- embarre la puesta de largo en el Congreso es una situación inédita. Tanto, que el PSOE ha decidido eludirla polémica y continuar hacia delante.
¿Qué significa eso? Que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ya tiene la mira puesta en la negociación parlamentaria con el resto de socios, y ha centrado el tiro en Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), principalmente, y en Bildu, después, según fuentes del Ejecutivo. Nada de entrar al barro en lo que a Defensa -y la tensión interna que vive Unidas Podemos a este respecto, donde Podemos afirma una y otra vez no saber que iba a haber más financiación que las partidas que computan para el techo de gasto y el entorno de Yolanda Díaz, la vicepresidenta segunda e interlocutora única de Sánchez, alega que sí- respecta.
«Es insultante, ¿cómo no se va a preguntar?», resume un miembro del Gobierno del área socialista sobre la polémica. «Los que estaban sentados a negociar claro que lo conocían. Ni Yolanda Díaz ni el resto están en contra de que se genere empleo en Navantia, Airbus o Indra. El debate no es ese«. Y, precisamente, ahora Hacienda dirige sus pasos hacia ERC. «La negociación empieza ahora».
La ley de Vivienda, mollar
El papel de ERC en esta ecuación es poliédrico. Por un lado, por la ley de Vivienda. Por otro, por la relación con Unidas Podemos, que se encuentra en un sinsentido declarativo entre los morados y Díaz sobre el gasto de Defensa, algo con lo que no comulgan pero es harto difícil que bloquee la tramitación de las cuentas. También, claro, por su situación orgánica: a punto de romper el Govern en Cataluña por su casi divorcio con Junts, que tiene pendiente consultar a su militancia por la continuidad dentro del ejecutivo autonómico.
La negociación de la ley de vivienda fue difícil desde el minuto uno: PSOE y Unidas Podemos tardaron un año completo en consensuar un texto, aunque el plazo inicial para su redacción era de cuatro meses. En primavera llegó al Congreso y pasó los primeros trámites, pero llegó el plazo de enmiendas y, desde entonces, está atascada en la Cámara. El propio grupo de Unidas Podemos presentó sus alegaciones para «mejorar» el texto y no sentó bien a los socialistas, porque consideraban que ya estaba «cerrado».
Desde la dirección de Podemos se quejan en conversación con este periódico que la postura del PSOE de ya haber acordado un texto previo a poder hacer mejoras parlamentarias es «absurdo». «Nosotros no podemos, pero ellos [por los socialistas] en el caso de las leyes de Bienestar Animal [en referencia a los perros de caza] o Trans sí pueden, claro», comentan con sorna. Es algo que está «en el ADN de Podemos: Alejandra Jacinto, la propia Ione… vienen de esa lucha. ¿Cómo no vamos a intentar conseguirlo?».
ERC, en el centro
También insisten en que el movimiento de mirar hacia ERC casi que les favorece, porque, según las mismas fuentes, la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, lleva «durante los últimos meses» hablando con ERC y Bildu «para allanar el camino a la ley». «Las demandas de los tres grupos son prácticamente las mismas, muy parecidas», algo que es cierto.
Lo reconocen incluso en ERC. Un alto dirigente, en charla con Economía Digital, asume que las mayores diferencias son por las competencias económicas, poco más. De hecho, ya ha habido contactos con el PSOE para la negociación de Vivienda. «Es una ley muy hablada y trabajada. Seguimos en ello», afirman. En cambio, para el resto de los PGE el camino no es tan sencillo.
En Esquerra asumen que el PSOE «sabe perfectamente lo que tienen que hacer» si quieren contar con su sí. Por eso, de momento y por ahora es «difícil». Aunque la negociación siga, claro. Nada está cerrado.