Marlaska devuelve el favor a Bildu y facilita los permisos carcelarios
El ministro de Interior prepara un nuevo reparto de la productividad anual de Instituciones Penitenciarias para incentivar la concesión del tercer grado
El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, está preparando un plan para incentivar a los directivos de centros penitenciarios que concedan más regímenes de tercer grado a los presos. De esta forma, el departamento habría dado indicaciones para que las juntas de tratamiento de las prisiones, el organismo que otorga el permiso, reciban beneficios en el reparto de la productividad anual de las prisiones.
La idea de Marlaska es que se tenga en cuenta a los centros que más concesiones aprueben y se reparta el beneficio entre la cúpula directiva de cada cárcel. Según informan fuentes consultadas por El Mundo, el objetivo es disfrazar de criterios técnicos las decisiones políticas del Gobierno y, así, devolver a EH Bildu el gesto de la abstención en la investidura, que permitió la elección de Pedro Sánchez. El partido vasco habría reclamado esta medida para facilitar la salida de presos de ETA.
Para ello, Interior ha enviado una orden de servicio a los directores de todos los centros penitenciarios con el nombre ‘Porgrama de productividad vinculado al rendimiento y a la calidad del servicio para el personal directivo de los centros’. La misiva está firmada por Eugenio Arribas, subdirector general de Recursos Humanos de Instituciones Penitenciarias.
Siguiendo la misma información, la iniciativa de Marlaska podría tener también otro beneficiario además de los directivos penitenciarios. Se prevé que en 2020 se produzca una afluencia masiva de presos de ETA que están cumpliendo sus condenas en cárceles francesas y que podrían llegar a las españolas para terminar sus penas.
En este sentido, la nueva retribución a los directores carcelarios iría también destinada a satisfacer a EH Bildu, que se abstuvo en la votación de investidura permitiendo que Sánchez consiguiera finalmente ser presidente del Gobierno. Se trataría por tanto de un guiño a la formación vasca, que obtuvo cinco diputados en las pasadas elecciones del 10-N.
Con la nueva orden ministerial se faciltiaría no solo la concesión del tercer grado, sino también otro tipo de beneficios como el acercamiento de los presos. «Se considera adecuado que el programa de productividad […] quede sujeto a objetivos e indicadores de gestión de especial relevancia», sostiene Instituciones Penitenciarias en la carta.
Diferentes criterios para el baremo
Interior apunta la concesión del número de terceros grados concecidos en tercer lugar. Antes está la ejecución penal, reinserción y muertes por suicidio. El segundo, la aplicación de programas específicamente diseñados para el tratamiento prioritario de algunos presos.
Siguiendo las mismas fuentes, estas asignaciones huyen de varios problemas. Uno sería la reducción de la cantidad de drogas o elementos prohibidos en prisiones, en especial móviles. También consideran más relevante la disminución del número de muertos por sobredosis o por efectos derivados de las medicaciones que se les administra.
En cualquier caso, consideran que el nuevo reglamento mercantiliza la ejecución de las penas e instan a la ley penitenciaria para aplicar las mejoras que se vayan introduciendo en el sistema.