Rapapolvo de Sánchez a Podemos por el fiasco de la ley del Sí es sí: «Ha tenido efectos indeseados, y me quedo corto»
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, evidencia que "existe un problema" y asegura que el Ejecutivo hará "lo que hay que hacer" para que no se "vuelva a producir ni una sola rebaja de condena"
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha aprovechado el discurso que ha pronunciado ante parlamentarios socialistas en el Congreso de los Diputados para soltar un buen rapapolvo a la ministra de Igualdad, Irene Montero. El motivo no podía ser otro que la ley del Sí es sí. Y es que, el líder del Ejecutivo ha reconocido que la entrada en vigor de la norma ha comportado «efectos indeseados» en su aplicación. «Y me quedo corto», ha enfatizado.
Si bien el presidente del Gobierno ha indicado que se trata de una «buena ley», puesto que supone un «avance en los derechos de las mujeres del país», ha evidenciado que «existe un problema», puesto que se han «producido rebajas en algunos juzgados». «Ningún diputado deseaba rebajar la pena a agresor en ningún caso», ha dejado bien claro el jefe del Ejecutivo para luego remarcar que «no era el objetivo ni el propósito de esta ley».
Tras hacer alusión al «diálogo», ha dejado bien claro que el Ejecutivo que lidera va a «hacer lo que hay que hacer, lo que es de sentido común, lo correcto», algo que, según ha indicado, pasa por «corregir el problema para que no se vuelva a producir ni una sola rebaja de condena».
La ley del Sí es sí desata la guerra entre ministras
Las declaraciones de Sánchez se producen en un momento de creciente tensión entre los miembros del Gobierno. Y es que, este martes la ministra de Justicia, Pilar Llop, y la ministra de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, se han enzarzado en un cruce de acusaciones. Mientras que Llop ha sacado pecho de la proposición de ley presentada por el Grupo Parlamentario Socialista para modificar las penas, Belarra ha afeado que se quiera volver al modelo anterior que, a su juicio, es «el de la manada, no el del consentimiento».
Cabe destacar que la propuesta de los socialistas pasar por subir las penas mínimas y algunas máximas, para todos los supuestos de agresiones sexuales cometidas con violencia o intimidación. Sin embargo no se toca la figura del consentimiento, lo que implica volver en esos casos al marco de penas que había antes de que entrara en vigor la actual ley, donde se estaban produciendo la mayoría de las rebajas.
Llop ha asegurado que la reforma impulsada por su partido logrará «evitar las disminuciones de condenas» y ha afeado a la formación morada que confundan a la opinión pública. «Los mensajes que se están dando son confusos y lo que tiene que hacer cualquier persona que quiera entender cómo está regulada la reforma y el Código Penal es leerlo», ha subrayado.
Tal y como ha destacado la ministra, se trata de un «reajuste técnico», con el que no se van a modificar «modelos ni consentimientos». En este sentido, ha hecho hincapié en que en el artículo 178.2 se establece que hay agresión sexual cuando hay intimidación o anulación de la voluntad, entre otras circunstancias. «Cuando concurren esas circunstancias no hay que probar el consentimiento», ha recordado.
Unas declaraciones que no han sentado nada bien a la ministra de Derechos Sociales, que se ha preguntado en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter: «Si probar la violencia en una agresión sexual es tan sencillo, ¿por qué en el 2021 de 4.000 sentencias sólo 500 mujeres pudieron probarla?». Asimismo, ha reprochado que se ponga «otra vez» el foco en las mujeres, pero también en si cierran las piernas o muestran resistencia. «Es el modelo de la manada, no el del consentimiento», ha puesto de manifiesto.
Belarra ha mostrado su rechazo a que se vuelva al modelo anterior, que ha sido calificado por la formación morada como el «Código Penal de «La Manada», teniendo en cuenta que la condena a los jóvenes que violaron a una chica en los Sanfermines de 2016 se produjo por abuso sexual y no por agresión.
Las palabras de la secretaria general de Podemos siguen la estela de las declaraciones de la coportavoz de la formación morada María Teresa Pérez, que ya calificó el planteamiento de los socialistas de «incomprensibles» por querer recuperar un modelo en el que «prima demostrar la violencia e intimidación», lo que implica un «calvario probatorio» para las víctimas.