Sánchez lapida cualquier pacto de Estado con el PP
La interlocución con Casado es inexistente y el líder del PP aprovechará el perdón a los líderes del 1-O para rechazar cualquier pacto con el Gobierno, incluida la renovación del CGPJ
Pedro Sánchez quiere agotar la legislatura y Casado presiona para provocar elecciones cuanto antes. La cita con las urnas parece aún lejana, pero en lo que coinciden Moncloa, Ferraz y Génova es en la imposibilidad de alcanzar cualquier pacto de Estado entre los dos partidos mayoritarios. Y menos ahora con la puesta en marcha de los indultos a los presos del procés.
La renovación de RTVE y la aprobación del primer estado de alarma de la pandemia. Esos han sido los únicos grandes acuerdos que PSOE y PP han protagonizado desde el inicio de la legislatura… y todo indica que el registro de pactos acabará ahí.
Desde su reelección como presidente, Sánchez ha reclamado a Casado grandes alianzas, sobre todo después del estallido de la crisis sanitaria. No obstante, siempre priorizó, en las negociaciones, a los socios de investidura -entre ellos Esquera Republicana y Bildu- y el PP encontró ahí el mejor argumento posible para dar portazos al Gobierno.
Ocurrió en la negociación de las prórrogas del estado de alarma, con ese pacto in extremis entre PSOE y Bildu para derogar la reforma laboral a cambio de lapoyo de los abertzales, y también durante la tramitación de los Presupuestos de 2021. Sánchez escenificó una mano tendida al PP, y también a Ciudadanos, que nunca llegó a concretarse. Las negociaciones siempre fueron con los mismos.
Los indultos bloquean la renovación del CGPJ
Las cuentas de 2021 y la aprobación del decreto para gestionar las ayudas europeas del Fondo de Recuperación han sido los dos principales objetivos normativos del Gobierno en esta legislatura. Pero, más allá de esos proyectos, el principal caballo de batalla entre el Ejecutivo y el PP ha sido la renovación del CGPJ.
El pasado verano, y una vez levantado el estado de alarma, Sánchez y Casado pusieron en marcha una negociación discreta, al más alto nivel, para acordar un ‘pack de renovación institucional’ que incluía al Consejo General del Poder Judicial, al Tribunal Constitucional, y al Defensor del Pueblo.
Tal y como admitieron después Moncloa y Génova, el acuerdo estaba casi cerrado en julio, pero todo se vino abajo en agosto. La imputación a Podemos por la presunta financiación ilegal, unida a los ataques de los morados a la Corona tras la marcha de Juan Carlos I y el anuncio de la moción de censura de Vox frenaron el acuerdo.
Los Presupuestos de 2021, los Fondos de Recuperación y la aprobación de un estado de alarma para seis meses impidieron retomar las negociaciones al inico del curso político. El Gobierno, no obstante, decidió retomar las negociaciones después de las elecciones en Cataluña, para tratar de aprovechar la debilidad del PP tras esos comicios.
De esas conversaciones solo salió un acuerdo para renovar RTVE, pero no los órganos constitucionales. Pablo Casado rechazó la entrada en el CGPJ de José Ricardo de Prada y Victoria Rosell, los jueces propuestos por Podemos, y Sánchez respaldó a los candidatos impuestos por Iglesias.
Tras la dimisión del ex vicepresidente segundo y la debacle del PSOE en Madrid, Moncloa y Génova no descartaban volver a sentarse para buscar un acuerdo. No obstante, la decisión de Pedro Sánchez de poner en marcha los indultos a los presos del procés ha vuelto a bloquear esa negociación.
Dice Sánchez que “no quiere un país extranjero de sí mismo”, pero avanza indultos a quien dice que Cataluña no es España y acepta una mesa de autodeterminación a quien llama bestias taradas a los españoles.
— Pablo Casado Blanco (@pablocasado_) May 28, 2021
Saldremos a la calle a recoger firmas contra este ataque a la Justicia. pic.twitter.com/0BXIQVtgBC
Desde el Gobierno y el PP, además, asumen que esta ruptura puede ser la definitiva. Entre otras cosas, porque el Ejecutivo ya logró sacar adelante en el Congreso la propuesta para limitar las atribuciones del CGPJ en funciones, y porque en Génova, con el partido al alza en las encuestas, no interesa en absoluto un pacto con Sánchez. Y menos cuando el presidente se ha propuesto liberar a los líderes independentistas del 1-O.
La nula comunicación entre Sánchez y Casado
Los mensajes de Sánchez a favor de los indultos a los presos del procés, consideradas «definitivas» en el PP para descartar cualquier tipo de pacto de Estado, se han producido apenas una semana después de la última conversación telefónica entre el presidente del Gobierno y Pablo Casado.
El contacto se produjo en plena crisis diplomática con Marruecos por la presión migratoria. Casado telefoneó a Sánchez sin recibir respuesta, para después recibir una llamada del presidente del Gobierno.
Esa conversación puso fin a más de dos meses sin contacto entre ambos, después de que fracasaran las negociaciones para renovar el CGPJ tras las catalanas, y con la fallida moción de censura en Murcia y el adelanto electoral en Madrid de por medio.
Ahora, ni Moncloa ni Génova ven motivos para que ambos retomen unas conversaciones que nunca han sido especialmente fluidas. La prometida puesta en marcha de unos nuevos ‘Pactos de La Moncloa’ anunciada por Sánchez a inicio de la legislatura ha quedado en agua de borrajas.