Sánchez intensifica la campaña del ‘AVE rural’ para compensar a la España sin Cercanías
El presidente del Gobierno dirige ahora su acción política a aquellos territorios que no se vieron afectados por las bonificaciones de Renfe
Si hay algo de lo que presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, es consciente, además del calendario electoral que tiene por delante, es que hay un medio de transporte que vertebra España como ningún otro. Que está presente en la vida de muchos ciudadanos, sea en el día a día, sea en los fines de semana. Y que cuando existe, revitaliza poblaciones enteras. Es, claro, el tren.
Lo ferroviario copó, con permiso del impuesto a la banca y a las eléctricas, los anuncios que hizo el líder socialista durante el Debate sobre el estado de la Nación. La bonificación de los abonos de Renfe para Cercanías, Rodalies y Media Distancia al 100%, que permitirán viajar de manera gratuita desde el 1 de septiembre al final del año, supuso un antes y después en la vida de muchos de los que le escuchaban.
Aunque hay otra parte de España que no se vio afectada por estas medidas: la España sin estos trenes, que no viaja en ellos y que coincide con la llamada España Vaciada, las zonas más rurales de nuestro país. Y precisamente a ellos dirige ahora su acción política el Gobierno. Quizás por compensación, quizás por equiparación, el presidente ha decidido poner el foco de su agenda en esos territorios.
La Alta Velocidad a Extremadura
Primero, el lunes, con la inauguración de la línea de Alta Velocidad entre Plasencia y Badajoz. Después, el jueves, con el nuevo AVE entre Burgos y Madrid. En ambos viajes, el presidente del Gobierno estará acompañado por el rey Felipe VI.
Todo forma parte de la misma estrategia de Moncloa. El proceso de transformación de país y modelo que pretende llevar a cabo -y vender electoralmente después- Pedro Sánchez requiere de infraestructuras. Y el Gobierno, que ya lo prometió, va a cumplir con esas inversiones.
Aunque, como en el caso de Extremadura, implique inaugurar dos veces la misma línea. Porque ya lo hizo la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, junto al presidente de la Junta de Extremadura, el socialista Guillermo Fernández Vara, en el viaje de pruebas del trayecto el pasado 23 de junio, donde ya adelantó la puesta en marcha para los ciudadanos para el día 19 de julio.
Galicia y Cantabria
Pero Extremadura y Castilla y León no son los dos únicos territorios que van a recibir más trenes en los próximos meses. En Moncloa saben que el tercio norte de nuestro país es una zona pendiente en materia ferroviaria, y Sánchez apuesta por una transición a nuevos modelos de movilidad.
Eso pasa, inevitablemente, por dotar de más y mejores avances otras zonas, como Galicia, donde ya se dio un arreón al AVE y, aunque no cuentan con Cercanías, sí que se verá beneficiado en el llamado Eje Atlántico A Coruña-Santiago-Pontevedra-Vigo, además de A Coruña-Ferrol y Ortigueira-Ferrol.
También es el caso de Cantabria. Es más, durante el Debate sobre el Estado de la Nación, el presidente le aseguró al diputado del Partido Regionalista Cántabro (PRC), José María Mazón, que el AVE a su comunidad está más cerca de lo que se cree. Las obras, alegó Sánchez, «van por el buen camino» y «a un ritmo adecuado», a pesar de los retrasos «justificados».
El compromiso del Gobierno está, en esa región, con el plan de mejora de Cercanías de la comunidad autónoma y con la nueva conexión ferroviaria entre Santander y Bilbao, que requerirá una inversión de entre 2.500 y 3.100 millones de euros, pero no va a llevarse a cabo en este año, y cuyo estudio de viabilidad ya ha sido presentado.