Sánchez ignora al BCE: el Gobierno seguirá adelante con el impuesto a la banca y a las energéticas
El presidente del Gobierno ha asegurado que "va a continuar su hoja de ruta de aprobar impuestos" pese a la advertencia del BCE sobre el riesgo en la estabilidad financiera
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asegurado este sábado que el Gobierno «va a continuar su hoja de ruta de aprobar impuestos» a la banca y a las energéticas para compensar los beneficios del sector ante la inflación disparada, ignorando el informe publicado esta semana por el Banco Central Europeo (BCE), en el que advertían sobre los riesgos que supone el impuesto a la banca para la generación de nuevo crédito, la estabilidad financiera y el crecimiento económico del país.
Así se ha pronunciado a las recomendaciones del BCE en la presentación en Vitoria de Maider Etxebarria y Cristina González como candidatas a alcaldesa de Vitoria-Gasteiz y diputada general de Álava, respectivamente.
El presidente del Gobierno ha reiterado la necesidad de que «los de arriba», refiriéndose a las empresas y a los que más dinero adquisitivo tienen, ayuden a «los de abajo» ante la actual crisis económica, agravada como consecuencia de la guerra en Ucrania.
Critica la actitud del PP ante la crisis
Asimismo, Sánchez ha criticado la actitud del PP gestión para afrontar la actual crisis y ha señalado que la diferencia entre el Gobierno y la oposición es que «el Gobierno plantea una solución a cada uno de los problemas», mientras «la oposición plantea problemas a todas las soluciones que plantea el Gobierno de España».
«Ayer volvimos a escuchar a antiguos dirigentes de PP, al igual que los actuales dirigentes el PP, decir que esto del impuesto a las grandes entidades financieras, a las grandes entidades energéticas está absolutamente injustificado«, ha criticado el dirigente socialista.
En cualquier, el presidente del Gobierno ha dejado bien claro que el Ejecutivo seguirá adelante con el impuesto a la banca, con el que esperan unas ganancias de más de 800 millones, y con el de las energéticas, con el que confían facturar más de 1.000 millones, pese a las críticas del principal partido de la oposición y las advertencias del supervisor europeo.
El BCE pide frenar el impuesto
La institución europea ha instado al Gobierno a frenar la tramitación del impuesto hasta que se haga un «análisis exhaustivo de las posibles consecuencias negativas» para el sector bancario, así como ha utilizar una «terminología más clara» sobre el texto final, al considerar que existen discrepancias en la proposición de ley.
En concreto, la institución que preside Christine Lagarde pide que se detalle el impacto específico del gravamen temporal sobre la rentabilidad de las entidades de crédito y financieras afectadas para garantizar que «no plantea riesgos para la estabilidad financiera, la resiliencia del sector bancario y la concesión de créditos».
Asimismo, insiste en que la base sobre la que se establecería el gravamen temporal no tiene en cuenta todo el ciclo económico y no comprende, entre otros, los gastos de explotación ni el coste del riesgo de crédito. En el documento también se apunta que el importe del gravamen temporal podría no ser proporcional a la rentabilidad de una entidad de crédito.
La institución también cree que obligar al pago del gravamen temporal a una entidad mientras registre pérdidas netas, «distorsionaría significativamente y perjudicaría aún más la resiliencia de un banco deficitario». En este sentido, el BCE dice que no está clara cuál será la función de colaboración del Banco de España para garantizar el cumplimiento por parte de las entidades de crédito del requisito establecido en la proposición de ley de no trasladar el importe del gravamen temporal a sus clientes.