Sánchez dispara contra Del Pino: «Hay empresarios comprometidos con su país; no es su caso»
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, presume de que el Ejecutivo ha impulsado medidas que han permitido a los empresarios "aumentar su actividad económica" en "momentos complejos"
Continúa la polémica por la marcha de Ferrovial de España rumbo a Países Bajos. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha estallado contra el presidente de la constructora, Rafael del Pino, lo ha acusado de no estar comprometido con su país. El reproche del líder del Ejecutivo se enmarca en el anuncio por parte de la compañía de trasladar su sede social a Países Bajos, después de que su consejo de administración propusiese la fusión entre la matriz y Ferrovial International, una sociedad anónima europea neerlandesa que posee el 86% de los activos de la constructora.
Tras poner el acento en la responsabilidad de los empresarios en la sociedad «en la que nacen y desarrollan toda su acción», ha puesto de manifiesto en una comparecencia ante los medios en Dinamarca que existen en España «ejemplos extraordinariamente positivos» de grandes empresarios comprometidos con su país». Así, ha afeado al presidente de Ferrovial: «Desde luego, con este anuncio, no es el caso del señor del Pino».
Sánchez ha advertido de que el Gobierno va a realizar un seguimiento de la situación y se cerciorará de que el anuncio se «corresponde con la legalidad». En este sentido, ha remarcado la importancia del papel de los empresarios en la sociedad, para luego sacar pecho de las distintas medidas impulsadas en el seno del Ejecutivo durante la pandemia y la guerra en Ucrania que les han permitido «aumentar su actividad económica» incluso en «momentos complejos» como estos.
Traslado a Países Bajos
El objetivo de la operación no es otro que el de «alinear la estructura corporativa con el perfil internacional», tal y como hizo hincapié la constructora. Asimismo, insistió en que la «reorganización corporativa» no tendrá impacto alguno en el negocio, la estrategia, los planes de inversión, la organización o la operativa diaria, por lo que España continuará siendo el “principal fuente de desarrollo de talento”.
Cabe destacar, sin embargo, que el traslado está sujeto a que los titulares de no más del 2,57% del capital de la compañía se opongan a esta operación. Pues, los accionistas que rechacen el traslado podrán acogerse a su derecho de separación, que contempla la salida del accionista del capital por su disconformidad con los acuerdos adoptados en junta a cambio de una contraprestación justa, que normalmente es el precio de cotización de la compañía, en este caso de 26,7 euros por acción.
Por detrás de Rafael del Pino, que es el accionista mayoritario con el 20,4% del capital, se sitúa María del Pino, que posee el 8,2%. Por su parte, el fondo británico TCI controla el 6,4%, mientras que Leopoldo del Pino, posee el 4,1%, y los fondos BlackRock y Lazard el 3,18% y el 3%, respectivamente según la CNMV.
Advertencias a Del Pino
Una de las primeras voces dentro del Gobierno en reaccionar al anuncio de Del Pino fue la de la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, quien le advirtió acerca de «las implicaciones» de la deslocalización de la constructora, tal y como informaron fuentes de su entorno a ECONOMÍA DIGITAL. Así, vió «paradójico» el anuncio por parte de la empresa en un momento de importante atracción de inversión extranjera y «con un proceso de inversión pública y modernización sin precedentes en marcha» en los sectores en que está presente la compañía. «Se trata de una empresa que le debe todo a España», aseguró.
Por su parte, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, consideró «curioso» que la decisión se tomase después de obtener unos resultados “no tan buenos” y alertó que el Ejecutivo estará “atento a otras motivaciones” que residan tras este traslado.