Sánchez estudia más cambios en el Gobierno tras la salida de Iglesias
El presidente medita si hacer una remodelación profunda del Ejecutivo o si cubrir las vacantes que deja Iglesias para afrontar esta nueva etapa.
El presidente del Gobierno sopesa a estas horas si hacer más cambios en su Ejecutivo que los obligados tras la salida de su vicepresidente segundo. El anuncio de Pablo Iglesias pilló a Pedro Sánchez en la cumbre hispanofrancesa en Montauban. El presidente visitó este lunes junto a su homólogo francés la tumba de Manuel Azaña sin saber que se le avecinaba una crisis de Gobierno.
El líder de Podemos llamó al presidente diez minutos antes de hacer público un vídeo donde pidió a Sánchez que su sustituta fuera la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Un vídeo donde Iglesias agradeció mucho a sus compañeros de partido y cero a Pedro Sánchez. Desde Moncloa señalan que «en los próximos días», Sánchez anunciará los correspondientes cambios sin cerrar una posible remodelación más profunda del Ejecutivo.
El presidente aceptó que Díaz sea la sustituta de Iglesias, tal y como le pidió el líder de Podemos. Iglesias la ve como su posible sustituta al frente del partido ante un posible adelanto electoral y, además, exige respetar el acuerdo del Gobierno de coalición donde se menciona la parte proporcional que debe tener Podemos en el Ejecutivo. Ante esto, la última palabra siempre la tiene el presidente y así lo recuerdan fuentes cercanas a Sánchez, pero en este caso insisten en que «no va a haber ningún problema».
Lo que se abre ahora es una batalla por seguir manteniendo el poder que, en este caso, los morados la tienen perdida. Ya que no ocupan las principales carteras económicas, aunque Yolanda Díaz se sitúe por encima de la vicepresidenta tercera Nadia Calviño. La única directriz que envían desde Moncloa es que «habrá continuidad» para destacar que no habrá recelos ni conflictos con los cambios que se ejecuten.
Sánchez piensa en remodelar el Gobierno desde el verano
El fantasma de una profunda remodelación en el seno del Gobierno colea desde el pasado verano, cuando fuentes gubernamentales ya desvelaron que Sánchez pensaba en posibles cambios tras la crisis del coronavirus y las diferencias con Podemos.
La idea era dar un nuevo impulso político al gabinete y esta podría ser su oportunidad, siempre respetando el actual porcentaje de miembros de Unidas Podemos en el Ejecutivo. Esto significa que el equilibrio de fuerzas que en 2020 se materializó en un 18 (para el PSOE) a 4 (para Podemos) se mantendría y cada partido sería el responsable de articular cambios en las carteras de su cuota.
La única excusa que impulsó a Sánchez y a su director de gabinete, Iván Redondo, comentar posibles cambios con miembros del partido socio de gobierno fue el gasto en personal y ministerios.
Esa política debería corregirse de cara a la crisis por la pandemia y para hacer frente a las condiciones europeas para las ayudas. Y lo cierto es que 22 ministerios para tiempos de crisis son demasiados, si además los cargos a dedo gastan más de 75 millones al erario público, el más alto en la historia democrática de España.
Ahora más de un ministro socialista respira tranquilo señalando, en privado, a Iglesias como el elemento desestabilizador del Gobierno. No lo será así Yolanda Díaz, señalan. La ministra de Trabajo ha protagonizado encontronazos con algunos socialistas, muy en especial con Calviño, pero a diferencia de Iglesias, Díaz no ha apostado por tensar el pulso aireando las discusiones en público y eso salva a la gallega frente a sus compañeros socialistas.
Díaz garantizaría a Pedro Sánchez una actitud pública mucho menos beligerante que la de Iglesias, coinciden varios voces en Moncloa. Aunque su figura despierta recelos en el Gobierno por su popularidad en las encuestas, insisten en que dará más estabilidad al Ejecutivo. Preguntados por más cambios, varios ministros socialistas aseguran «no tener ni idea» y señalan que «eso sólo lo sabe Pedro Sánchez».
El presidente volverá este lunes por la noche a La Moncloa y a partir de ahí, destacan fuentes gubernamentales, se pondrán a trabajar y estudiarán si conviene realizar una profunda remodelación o tan sólo cubrir las vacantes que deja la salida de Iglesias. «En los próximos días» se anunciarán los cambios.