Sánchez esquiva el control parlamentario y pasará 39 días sin dar la cara en el Congreso
El presidente del Gobierno no rinde cuentas ante la oposición en el Congreso desde el pasado 22 de diciembre y no lo hará hasta el próximo 16 de febrero
El conflicto entre Rusia y Ucrania, la sexta ola de la Covid que sigue golpeando España, la reforma laboral que amenaza con romper el bloque de investidura y la Ley de Vivienda que provoca un nuevo malestar interno entre los socios del Gobierno. Ninguno de estos asuntos parece relevante para modificar la agenda del presidente del Gobierno y rendir cuentas ante la ciudadanía y el Congreso de los Diputados sobre la gestión del Ejecutivo de coalición. Es más, Pedro Sánchez no asistirá el próximo martes a la sesión de Control del Gobierno, el 2 de febrero, al encontrarse en viaje oficial a Emiratos. El presidente pasará 39 días sin rendir cuentas en sede parlamentaria.
La última vez que Sánchez acudió a la Cámara Baja para contestar a las preguntas de la oposición fue el pasado 22 de diciembre. Desde entonces y por periodo inhábil del Congreso, vacaciones de Navidad, el jefe del Ejecutivo no se ha sometido al control de la oposición en el Congreso.
La crisis de Ucrania y el haber adelantado la salida de la fragata española Blas de Lezo al Mar Negro tampoco han provocado que Sánchez decida dar la cara y explicar sus conversaciones con el resto de mandatarios europeos y aliados de la OTAN.
El presidente echó balones fuera este mismo miércoles asegurando que si el conflicto «avanza», por supuesto que comparecerá. Pero por el momento se escuda en su ministro de Exteriores. José Manuel Albares, acudió este martes por la noche a la Cámara Baja para dar las pertinentes explicaciones en la Comisión del ramo frente a un duro discurso de PP y Vox, quienes preguntaron dónde está Sánchez y por qué motivo no da la cara.
El próximo miércoles, el Congreso reanuda la sesiones de Control tras el parón navideño y Sánchez no estará. El presidente también se librará la semana siguiente, al no haber Pleno por la celebración de los comicios en Castilla y León. Será el miércoles 16 de febrero cuando el jefe del Ejecutivo dé explicaciones sobre la actualidad, con algunos asuntos ya pasados como la aprobación de la reforma laboral o de gran interés como la evolución de la pandemia.
Por su parte, la vicepresidenta Nadia Calviño sí acudirá a comparecer en la Cámara Baja el próximo 4 de febrero para informar del Plan de Recuperación y la gestión de los fondos europeos. La oposición ya está preparada.
Casado llama a Sánchez y pide que dé la cara
El Partido Popular viene estos días lanzando una ofensiva reclamando al presidente que «dé la cara» respecto al conflicto en Ucrania. Los populares también reclamaban que Sánchez llamase al líder de la oposición, Pablo Casado, sobre todop, tras mostrar su apoyo a la acción exterior del Gobierno.
Sin embargo, fue el propio Casado quien telefoneó al presidente este miércoles tras la negativa de Sánchez y el mensaje de ministros y dirigentes del PSOE invitándole a que lo llamase él.
Al líder del PP no se le han ‘caído los anillos’ y llamó este miércoles a Sánchez para darle su apoyo en el conflicto entre Rusia y Ucrania y además le pidió que diese la cara en sede parlamentaria y recalcarle la importancia de «unidad» dentro del Ejecutivo para mejorar la imagen de España cara al exterior.
El jefe de la oposición ha dado este paso después de lamentar que Sánchez no lo hubiera llamado pese a la gravedad de la situación. Sánchez, durante la conversación que duró 25 minutos, le explicó que la posición que este martes fijó su ministro de Exteriores, José Manuel Albares, de defensa de la legalidad internacional y de unidad tanto con la UE como con la OTAN para un diálogo «exigente» con Rusia.
Casado constató este miércoles en primera persona el silencio como respuesta a la petición de acudir y dar explicaciones en la Cámara Baja. De ahí que el Grupo Parlamentario Popular haya registrado una petición formal en el Congreso para obligar al presidente a que dé la cara antes de los 39 días que pasará sin acudir al Hemiciclo.
«Ni una llamada tras su apoyo por Ucrania», contestó Casado esta semana. Al líder del PP se han sumado estos días más voces como la de la portavoz del PP en la Comisión de Exteriores, María Valentina Martínez Ferro, quien preguntó a Albares «¿Dónde está Sánchez? Lleva dos meses sin aparecer por el Congreso».
Este mismo miércoles se unían las voces de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y la del alcalde José Luis Martínez Almeida. «Estaría bien conocer la posición de Sánchez para saber qué tenemos que hacer los demás», mientras reprocha al presidente no haber acudido al Parlamento ni haber hablado con el principal líder de la oposición.
«Creo que (Sánchez) debería explicarse con más claridad que lo que lo ha hecho hasta ahora. Tenemos que tener claro qué es lo que piensa. Se está moviendo en una ambivalencia peligrosa», aseguró Almeida este miércoles en una entrevista. El regidor anima al presidente del Gobierno a «coger el toro por los cuernos y se dirija a los españoles para explicar la posición de España».
«Si Sánchez sale a la calle y pregunta qué parece que lleve 8 meses sin llamarle, creo que el común de los españoles le diría que hay que mantener un diálogo institucional», zanjó Almeida.
Sánchez «acudirá cuando le toque»
A este respecto, la contestación de Moncloa sigue siendo la misma: «Los planes no han cambiado». El presidente acudirá «cuando le toque». Así despacha la dirección de Sánchez que el presidente no acuda a la Cámara Baja este miércoles porque estará de viaje oficial en Emiratos.
Desde el partido socialista critican que las acciones del líder del Partido Popular sea «salir en tromba a criticar todo lo que hace el Gobierno» y piden que deje el «negacionismo político». Y en el PP no dan crédito, sobre todo, tras el anuncio de Casado de ofrecer todo su apoyo para trabajar juntos con los socios exteriores.
Los populares no van a tirar la toalla y seguirán forzando la comparecencia del presidente en sede parlamentaria. También desde el punto de vista electoral aseguran que «le ha venido de maravilla para quitarse de la escena política». Casi en semana electoral, y el presidente se retira del foco en Castilla y León tras los resultados que arrojan las últimas encuestas que dan una abrumadora mayoría a los de Casado frente a su candidato, Luis Tudanca.
Sánchez evita desgastarse frente a estos comicios porque todavía hay mucho camino electoral por recorrer. En Moncloa también son conscientes de que esta semana es complicada al no contar todavía con los apoyos suficientes para sacar adelante una de las ‘leyes estrella’ del Gobierno como es la reforma laboral.
Los socios de investidura no dan su brazo a torcer frente a un «pacto cerrado» con patronal y sindicatos, según critican. Las negociaciones continuarán a puerta cerrada y de manera discreta esta semana y la que viene.
La aritmética parlamentaria podría hacer que el PSOE volviera a su geometría variable y empujar a sus socios de Podemos a sacar adelante «la reforma de Yolanda Díaz», como la denominan los morados, con el apoyo de Ciudadanos. Un asunto que podría ‘incendiar’ de nuevo las relaciones entre los dos socios de coalición.
Los socialistas cuentan en este aspecto con los votos de sus socios Unidas Podemos para vetar en la Cámara Baja la petición del PP a la comparecencia de Sánchez. Pese a que los socios de investidura comienzan a reclamar que sea Sánchez quién dé la cara por Ucrania y no su ministro de Exteriores en el Congreso.
Así y si nada lo impide, el presidente esperará a que pasen estas semanas, 39 días, para volver como si nada a la sesiones de Control al Gobierno en el Congreso de los Diputados el próximo 16 de febrero.