Sánchez espera una carambola para su investidura
El líder del PSOE congela sus contactos con Iglesias mientras espera que las negociaciones de gobierno en Navarra se clarifiquen
Pedro Sánchez ya tiene el encargo formal del Rey para ser el candidato a la investidura como presidente del Gobierno. Sánchez ha hecho el muerto hasta ahora, a la espera de que el tablero de pactos municipales y autonómicos se clarifique. Pero los interrogantes persisten y el líder del PSOE sigue a la espera de una carambola y todavía no ha atado un solo apoyo para lograr la elección como presidente.
Nadie resumió mejor que Pablo Iglesias la situación actual. «Hace dos semanas que no hablo con Sánchez», explicó el líder de Podemos al término de su entrevista con el Rey, que este jueves completó su ronda de contactos con todos los líderes políticos del Congreso
Sánchez no ha querido abordar de frente las negociaciones de su investidura, prevista para la segunda semana de julio, porque mantiene un ojo, sino los dos, en las negociaciones que el PSOE está llevando a cabo en municipios y comunidades de toda España.
Sánchez y el problema con el PSN
Un territorio centra la atención en estos momentos. Y no es ni Madrid ni Cataluña. Es Navarra, donde el PSOE tiene un quebradero de cabeza, otro más, con su federación, el Partido Socialista de Navarra (PSN). El PSN se resiste a facilitar con su abstención la puesta en marcha del gobierno de la coalición Navarra Suma (PP, Ciudadanos y Unión del Pueblo Navarro -UPN-).
Una luz verde del PSN a Navarra Suma en la Comunidad Foral despejaría la investidura de Sánchez, ya que la UPN han prometido el apoyo de sus 2 diputados a la investidura de Sánchez en tal caso. Estos dos diputados de UPN permitirían que al PSOE (123 escaños) le salieran los números (175) en el Congreso junto a Podemos (42), PNV (6), Compromís (1) y Partido Regionalista de Cantabria (1).
Pero la carambola no se intuye todavía. El secretario de Organización de los socialistas, José Luis Ábalos, sigue muy de cerca las maniobras del PSN, que mantiene contactos con Geroa Bai -la marca navarresa de PNV-, con Podemos y con Izquierda-Ezquerra para ensayar un gobierno. Pero esta alianza tiene un problema y no es menor: sólo sumaría mayoría en el Parlamento foral con la abstención de Bildu.
Sánchez: «No vamos a pactar con Bildu»
Sánchez, que ya ha dado sobradas muestras de su capacidad de entendimiento con los soberanistas, negó, sin embargo, que vaya a producirse entendimiento alguno con los abertzales. «No vamos pactar con Bildu», aseguró Sánchez, que evitó responder a la oferta de UPN para que el PSOE apoye un gobierno constitucionalista de Navarra Suma en la Comunidad Foral a cambio de que UPN facilite su investidura en el Congreso.
El líder del PSOE insiste en hacer el muerto, al menos durante unas semanas. Juega con una baza a favor y es que no hay alternativa a un gobierno socialista en España. «O gobierna el PSOE o gobierna el PSOE», dijo tras su entrevista con el Rey.
Ciertamente, no hay alternativa o, mejor dicho, sólo hay una: que la investidura fracase y que España vuelva a elecciones. Pero Sánchez confía en que no será así, aunque deberá atender una larga lista de reivindicaciones.
El Partido Regionalista de Cantabria pide que llegue el AVE a Cantabria. Compromís quiere una nueva financiación autonómica. El PNV se opone a los pactos entre PSOE y Ciudadanos y también sigue de cerca la situación en Navarra. Y Podemos dice que quiere esto y aquello en medidas sociales y económicas, pero lo que quiere es un par de sillas en el Consejo de Ministros.