Sánchez llevará la desescalada a un Congreso lleno de dudas
La desescalada de medidas por el coronavirus en el Congreso de los Diputados ha dado lugar a numerosas discrepancias entre los partidos
La gestión de la crisis del coronavirus por parte de Pedro Sánchez ha llenado el Congreso de los Diputados de desconfianza y dudas. Los líderes de los principales partidos de la oposición han criticado en numerosas ocasiones que el Gobierno está ignorando las iniciativas planteadas y que actúa de forma unilateral para solucionar la pandemia en el país. A esto, ahora se le suma el debate en el Congreso sobre cómo llevar a cabo la «desescalada» y recuperar poco a poco su actividad, por lo que han surgido también numerosas divergencias.
Y es que no existe unanimidad sobre la manera en cómo reanudar la actividad, ni sobre el papel que desempeñan los duputados en el periodo de desconfinamiento. Así lo han confirmado distintas fuentes parlamentarias conocedoras de las conversaciones que se han producido en las dos últimas reuniones de la Mesa y de la Junta de Portavoces —entre el 7 y el 14 de abril—.
Las mayores discrepancias proceden del Partido Popular, especialmente de su portavoz, Cayetana Álvarez de Toledo. La representante del PP pide que asistan más diputados de los que van actualmente, por lo que han surgido escenas de mucha tensión. Álvarez de Toledo apuntó ya la semana pasada que, de los 88 parlamentarios del PP, podría ir casi la mitad. Todos los grupos, y Vox especialmente, protestaron por la idea. Hasta la fecha solo asisten aquellos diputados imprescindibles para la actividad, lo que reduce la asistencia por debajo del medio centenar.
Según declaraciones de Álvarez de Toledo, los diputados hacen una labor esencial en una época como la actual, por lo que deberían asistir en mayor número y así reforzar la función de control al Gobierno. De acuerdo con la versión de distintas fuentes, la secretaria general del grupo Vox, Macarena Olona, reprochó a la portavoz del PP que lanzara la propuesta.
Pero no fue la única portavoz molesta. Adriana Lastra, del PSOE, tildó la idea de Álvarez de Toledo de «boicot al confinamiento» de los españoles, mientras que Íñigo Errejón, de Más País, la criticó por «absurda» y por pretender simplemente que hubiera más diputados del PP «aplaudiendo» en los plenos. Varios diputados reparan en los riesgos que suponen los desplazamientos a Madrid cuando apenas hay billetes de tren o de avión. Álvarez de Toledo ha anunciado que no va a desistir en su propuesta, a pesar de no recibir apoyo.
El PP pide «una desescalada más abrupta»
El PP pide una «desescalada» más abrupta, aunque controlada. La propuesta llegó al Congreso en la Junta del Portavoces del día 14. Entonces, el portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, abogó por aumentar el porcentaje que los grupos verbalmente tienen pactado ahora mismo: en vez del 10% sobre el total de escaños, un 15%. La distancia entre diputados, si el umbral se elevaba en esta medida, seguiría siendo amplia, de unos dos o tres escaños. Pablo Echenique, de Unidas Podemos, resumió el parecer de todos los demás grupos: «Eso no cambia nada», indicó.
Miembros de la Mesa puntualizaron que las recomendaciones sanitarias están claras desde hace tiempo, pues son las que difundió el comité de salud del Congreso la misma semana que se decidió suspender la actividad, el 12 de marzo: teletrabajo siempre que sea posible y acatamiento de las medidas esenciales de distancia e higiene.
Pero la suspensión ya se va levantando. Desde el pasado lunes se pueden presentar enmiendas y las mesas de las comisiones han comenzado a reajustar sus calendarios. Y, aunque queda mucho todavía, el Congreso también quiere recuperar una «nueva normalidad», como la ha definido Pedro Sánchez.