Sánchez depreda al presidente de EFE por castigarlo con Guaidó
Moncloa, que no veía con buenos ojos a Fernando Garea, fulmina al periodista que no quería convertir EFE en "la agencia del Gobierno"
El depredador Pedro Sánchez ha vuelto, si es que alguna vez se fue, y lo ha hecho para meter mano en los medios de comunicación públicos. El presidente del Gobierno había llegado a la conclusión de que el presidente de EFE, Fernando Garea, incomodaba su subsistencia desde la agencia de noticias y no ha dudado en quitarlo de en medio. Se lo comunicó a través de un tercero este sábado y se hizo oficial este lunes.
Garea —con trayectoria en El Mundo, El País y El Confidencial— fue más que elocuente en su adiós, responsabilizando de su cese a Sánchez sin ninguna ambigüedad y dejando al descubierto la raíz de su divorcio con Moncloa: «Una agencia pública de noticias no es una agencia del Gobierno».
La destitución del presidente de EFE dejó boquiabiertos a los periodistas de la agencia, que no esperaban algo parecido. No lo esperaban, entre otras cosas, porque Garea apenas llevaba 19 meses en el cargo. Había llegado al puesto en julio de 2018 precisamente por designación del Gobierno, que todavía controla el mando de la histórica agencia (80 años de antigüedad) sin necesidad de mayorías parlamentarias de ningún tipo.
Los trabajadores de la casa no se explicaban el cese en un primer momento, aunque no tardaron en atar cabos sobre lo ocurrido. De entrada subrayaron que el perfil profesional de Garea no era como el de otros de sus antecesores, muy significados con un partido político.
El perfil del presidente de EFE
Si bien a Garea se le encuadra como a un progresista e incluso estuvo en algunas quinielas para dirigir el gabinete vicepresidencial de Pablo Iglesias, los profesionales de EFE subrayan que tenía «un perfil y un criterio periodístico» y que conservaba una imagen «independiente» puertas adentro. Es decir, que la plantilla no lo tenía por un simple comisario político.
Y, ciertamente, algunas de las últimas informaciones publicadas por la agencia han llevado a pensar a sus profesionales que Garea se había convertido en alguien incómodo para el Gobierno.
En particular, por las relacionadas con el desplazamiento de Juan Guaidó a España, puesto que la visita del líder venezolano puso en evidencia los giros políticos del presidente del Gobierno. Así lo destacó el propio presidente de EFE en sus redes sociales.
Hace un año Pedro Sánchez reconoció a Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela. Hoy el Gobierno español insiste en que no ha cambiado de posición
📅 Cristina Lladó y @patiarce repasan las fechas clave de doce meses de matices y altibajoshttps://t.co/FPSsblsPaA
— EFE Noticias (@EFEnoticias) February 13, 2020
La agencia EFE no pasó por alto las contradicciones del Gobierno. Tampoco ha orillado polémicas asociadas al ejecutivo de Sánchez como los cambios de versión respecto al encuentro de Delcy Rodríguez —la número dos de Nicolás Maduro— con el ministro de Transportes, José Luis Ábalos en el aeropuerto de Barajas.
Todo ello ha llevado a los profesionales de EFE a la certeza de que había «roces» entre Moncloa y Garea. Y a la conclusión de que el presidente del Gobierno consideró que estos roces eran insoportables.
Así que Sánchez ordenó al secretario de Estado de comunicación, Miguel Ángel Oliver, que trasladara a Garea este pasado sábado la decisión de destiturle. Tiempo de sobras para redactar una despedida muy periodística, formalmente dirigida a la plantilla de EFE, pero destinada al conjunto de la opinión pública. Y demoledora con el Gobierno.
La nueva presidenta: la editorialista de El País
A Garea le bastó recordar un compromiso que adquirió en una comparecencia en el Congreso («Si al acabar mi mandato alguien se siente molesto, me gustaría que fuera antes el poder quien está molesto con mi gestión que la oposición. Creo que esa es la esencia de un medio público») y con mencionar el estatuto de la redacción («EFE es propiedad de la sociedad en su conjunto») para dar la estocada final: «Una agencia pública de noticias no es una agencia de noticias del Gobierno, ni siquiera una agencia oficial».
Al poco de trascender el cese de Garea, Moncloa se encargó de difundir el nombre de su sustituta. Se trata de la veterana periodista de El País Gabriela Cañas, que ya conoce el Gobierno, puesto que fue directora general de información internacional en la Secretaría de Estado de Comunicación entre 2006 y 2008, durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
Cañas ha sido editorialista de El País y hay quien le atribuye el prodigio de redactar el artículo de opinión del diario del grupo Prisa sobre la sentencia de los ERE sin mencionar las siglas del PSOE.