Sánchez recaba apoyos para garantizar la seguridad en Cataluña
Tras la advertencia de la noche del martes, el presidente del gobierno se entrevistará por separado con los líderes del PP, PSOE y Unidas-Podemos
El Ejecutivo en funciones que lidera Pedro Sánchez emitió la medianoche de este martes un comunicado tras los disturbios vividos en Cataluña en el que denuncia la «violencia» que «está queriendo imponer una minoría en las calles» de las ciudades y municipios de la comunidad. Desde Moncloa aseguran que ha detectado altercados violentas «en todas las protestas» contra la sentencia del ‘procés’ que condena a los líderes independentistas.
En reacción, el presidente del gobierno en funciones ha convocado hoy a los líderes del Partido Popular, Ciudadanos y Unidas Podemos, Pablo Casado, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias para valorar los alternados en Cataluña.
«Es evidente que no estamos ante un movimiento ciudadano pacífico, sino coordinado por grupos extremistas que utilizan la violencia en la calle para romper la convivencia en Cataluña», asegura el Ejecutivo.
Ante esta situación, el Gobierno ha manifestado su «profundo reconocimiento» a todos los cuerpos de seguridad que están velando por mantener el orden y la convivencia en Cataluña, y ha enviado un «caluroso mensaje de apoyo» a todos los que han resultado heridos, mossos y policías nacionales. «El Gobierno garantizará la seguridad y la convivencia en Cataluña, y recuerda que, si es necesario, actuará desde la firmeza, la proporcionalidad y la unidad», subraya Moncloa en declaraciones a EFE.
Espiral de violencia
En la segunda jornada después de que el Tribunal Supremo emitiese su resolución, la tensión ha ido aumentando. Los Comités de Defensa de la República (CDR) convocaron ayer a las 19.00 horas una manifestación ante la Delegación del Gobierno en Cataluña que terminó con el lanzamiento de botellas y diversos objetos e incluso llegando a prender fuego a elementos del mobiliario urbano, por lo que los agentes de los Mossos d’Esquadra iniciaron unas cargas que acabaron convirtiéndose en una batalla campal en el centro de Barcelona.
El Gobierno señala en su comunicado que es «evidente» que estas protestas no corresponden «a un movimiento ciudadano pacífico» sino que está siendo «coordinado por grupos que utilizan la violencia» con el objetivo, según Moncloa, de «romper la convivencia en Cataluña». Esa violencia, señala el Ejecutivo en funciones, se dio especialmente en la Ciudad Condal y en las capitales de provincia Tarragona, Girona y Lleida, donde varios «grupos violentos» atacaron las sedes de las subdelegaciones y provocaron «destrozos y actos vandálicos» en otras localidades.
Sánchez podría estar cada vez más cerca de activar la Ley de Seguridad Nacional (LSN), algo que ya admitieron el grupo de los socialistas catalanes hace un par de semanas. En el comunicado emitido al filo de la medianoche, el Gobierno reconoce la «labor de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado», remarcando que «algunos agentes han resultado heridos» –solo en los disturbios del Prat se hirieron a 34 Mossos y seis policías nacionales- y valora la «coordinación y trabajo» tanto de la policía nacional, de la autonómica catalana y de la Guardia Civil.
En este sentido, el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, también destacó ayer en Los Desayunos de TVE la «perfecta colaboración» de los cuerpos. Sin embargo, fuentes próximas la ministro a las que ha tenido acceso este medio reconocen que los efectivos movilizados fueron «insuficientes». Ayer mismo, el Gobierno en funciones amplió el plazo en el que permanecerán los casi 3.000 agentes de Policía Nacional y Guardia Civil desplazados hasta Cataluña hasta, al menos, el próximo 1 de noviembre, nueve días antes de las elecciones generales.
Las mismas fuentes señalan que, de incrementarse los desórdenes o si se paralizasen «infraestructuras críticas» -solo el bloqueo del Prat provocó la cancelación de más de un centenar de vuelos– se activaría la LSN. «Si se toma el aeropuerto ante la mirada de la prensa internacional, que nadie lo dude: se activará la Ley de Seguridad Nacional», advierten. Y remarcan que «las medidas serán contundentes.
En cualquier caso, el Gobierno concluye el comunicado asegurando que su objetivo es el de «garantizar la seguridad y la convivencia» en Cataluña y lo hará, «si es preciso, siguiendo su compromiso de firmeza, proporcionalidad y unidad».