Sánchez da por perdida la ampliación del aeropuerto de El Prat
El presidente del Gobierno ha constatado que no hay una posición unánime en la Generalitat, algo que considera "imprescindible" para llevar a cabo el proyecto
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha dado carpetazo este miércoles al proyecto de ampliación del aeropuerto Josep Tarradellas – El Prat de Barcelona al considerar que «no existe una posición madura en la Generalitat para abordar una inversión estratégica como esta».
Termina así un capítulo en el que Gobierno de España y Govern de la Generalitat han tenido que poner sobre la balanza una inversión de hasta 1.700 millones de euros frente a la conservación de la reserva natural de ‘La Ricarda’-
«El proyecto queda aparcado porque no hay el consenso institucional necesario, imprescindible, diría yo«, ha argumentado Sánchez, que se ha reunido este miércoles con el president de la Generalitat, Pere Aragonès y, aunque han abordado la cuestión, los dos han constatado la división en el seno del la Generalitat.
Y es que el principal partido del ejecutivo catalán, ERC, del que Aragonès forma parte, cambió de opinión in extremis y, tras formar un bloque con Junts para que se llevara a cabo el proyecto, finalmente se desdijo al ver que la destrucción de buena parte de la reserva natural de La Ricarda era inevitable.
El proyecto del aeropuerto preveía la ampliación de una de las terminales, la construcción de una nueva terminal satélite y el establecimiento de una red ferroviaria que conectara el aeropuerto de El Prat con el resto de aeropuertos provinciales catalanes vía Alta Velocidad.
Dicho acuerdo contó con la negativa de ERC, que siempre había dado su apoyo al acuerdo al que el vicepresident, Jordi Puigneró, había llegado con la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, lo que hizo que el Gobierno retirara el proyecto a causa de la pérdida de confianza en la institución catalana.
No obstante, Raquel Sánchez sí aseguró en una entrevista hace unos días que todavía quedaba hasta finales de mes para recuperar el proyecto y llegar a un acuerdo por el que se materializara la ampliación, algo que finalmente no sucederá y el proyecto quedará aparcado, como mínimo, durante los próximos 5 años.