Sánchez arropa a Delgado pese a su relación con Villarejo
El presidente del Gobierno cierra filas en torno a la ministra de Justicia tras afirmar que al Gobierno "no le va a marcar la agenda un corrupto"
Pedro Sánchez cierra filas en torno a la ministra de Justicia, Maria Dolores Delgado, a pesar de que su relación con el comisario encarcelado, José Manuel Villarejo, parece ser más tenebrosa de lo que parecía en un primer momento. El presidente afirmó desde Nueva York que su Ejecutivo no tiene “hipotecas” y que de ninguna manera va a permitir que le marque “la agenda un corrupto”.
No aceptará “amenazas” ni “chantajes”, provengan de donde provengan, añadió el presidente en sus primeras palabras en público una vez desvelados los audios de una comida de 2009 en la que la ministra participó junto con el juez inhabilitado Baltasar Garzón, Villarejo y otros mandos policiales.
Las escuchas, adelantadas por el digital Moncloa.com, demuestran, entre otros, que la titular de Justicia llamó “maricón” a su hoy compañero deL Ejecutivo, el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska.
Las últimas informaciones publicadas este mismo miércoles apuntan a que Delgado admitió haber visto a jueces y fiscales españoles con menores de edad durante un viaje que realizó junto a una comitiva de magistrados a Cartagena de Indias (Colombia).
Podemos aprieta cada vez más a Sánchez
Las revelaciones han provocado que Podemos pida encarecidamente a Sánchez que depure responsabilidades. Al respecto, el secretario general del partido morado, Pablo Iglesias, exigió a la ministra que se alejara “de la vida política”.
Iglesias evitó hablar de “dimisión”, pero la dio a entender a las claras. “Es una situación incómoda y creo que hay que alejar de la vida política a cualquiera que mantenga amistad con los representantes de las cloacas”, añadió.
El líder de Podemos insistió en que “todo lo que representa el mundo Villarejo es basura y cualquier político que se mezcle con eso debería alejarse de una función pública que debe ser noble”.