Sánchez recupera a Almunia para frenar la rebelión de los históricos del PSOE
Los socialistas preparan un gran acto para celebrar los 40 años de la victoria del 82 de Felipe González mostrando "el hilo conductor" de su aquel gobierno con los de Zapatero y Sánchez
En plena planificación de las elecciones municipales y autonómicas, el PSOE se está preparando para celebrar un hito que cambió el rumbo del partido en 1982: se cumplen 40 años de la victoria de Felipe González, y frente a un partido con unas baronías mirando por sí mismas para sobrevivir a los comicios, Ferraz quiere hacer un acto de fuerza y recordar a su militancia quién es el partido, de dónde son y cuál es la historia del partido.
Es por ello que fuentes socialistas indican a Economía Digital que, precisamente, para demostrar la capilaridad del partido y la entidad a nivel autonómico y local que les diferencia de otras fuerzas políticas de nuevo cuñas, el foco estará fuera de Madrid. «España no es Madrid, y hay partidos que no lo entienden», aseguran. Por ello, la conmemoración central de este aniversario, calificado por fuentes de Ferraz como «gran acto», será en Sevilla.
La gran baza con la que cuenta el PSOE, esbozan las mismas voces, es poder mostrar un hilo conductor de estas cuatro décadas a través de las políticas que han llevado en el Gobierno, con líderes poliédricos y bien distintos entre sí como el propio González, José Luis Rodríguez Zapatero y Pedro Sánchez. Pero también contarán con Joaquín Almunia, ex secretario general del PSOE, miembro de la vieja guardia socialista, para reforzar esa visión de partido.
El «hilo conductor» del PSOE
Todo esto, claro, en un contexto en el que la Fundación Felipe González había organizado otro fasto para aniversario en el que además de los socialistas Javier Lambán o Emiliano García-Page, había sido invitado el presidente de Andalucía, el popular Juanma Moreno, aunque, finalmente, ni el primero ni el tercero acudirán.
«Se trata de visualizar el hilo conductor de estos 40 años a través de los gobiernos socialistas», sintetizan desde el PSOE. Porque haberlo, claro, lo hay. Será una campaña de actos, entre los que destacan, más allá de la celebración central en Sevilla, al que además acudirá la cúpula del partido al completo, un documental conmemorativo y una exposición en la sede nacional del partido.
En Ferraz aún están cerrando la organización de estos eventos y barajan que el mitin central, al que acudirá la cúpula del partido al completo más algunos líderes históricos, pueda celebrarse en Sevilla el sábado 29 de octubre.
Las baronías y las elecciones
La relación con las baronías no pasa por sus mejores momentos en las últimas semanas en el PSOE, por la diferencia de criterios entre los gobiernos autonómicos socialistas y la acción de la Moncloa. Todo ello por una guerra fiscal iniciada en las comunidades y por el temor a los resultados de los próximos comicios de mayo, a pesar de haber escenificado hace algo menos de un mes un mitin unitario para coordinarse e ir todos a una, celebrado en Zaragoza y con la presencia de todos los líderes actuales.
Pero la tormenta, aunque amaina, no cesa. Tanto, que el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, aseguró hace unos días que la coordinación con los barones del partido en política fiscal «es permanente hasta en las discrepancias», después de que el Gobierno y el partido cuestionaran la deflactación del IRPF anunciada por el valenciano Ximo Puig.
No sólo eso. El ahora portavoz socialista en el Congreso, el exlehendakari Patxi López, tuvo que salir al paso de unas declaraciones del manchego Emiliano García-Page, que hizo fuertes críticas al Gobierno y su política parlamentaria, con los socios con los que saca sus iniciativas, de ERC a EH Bildu. López aseguró que gracias a esas «malas compañías» salieron adelante medidas que ahora el PSOE utiliza como bandera como la subida de las pensiones o el IMV, y que fundamentan discursos como el de la ministra de Economía y vicepresidenta primera, Nadia Calviño, en las réplicas en el Congreso de los Diputados.