Sánchez adelanta un acto con el Rey en Barcelona para que no coincida con el 1-O
El salón del automóvil adelanta su presentación por miedo a posibles altercados de los CDR en el aniversario del referéndum independentista
Felipe VI y Pedro Sánchez regresan a Cataluña para inaugurar el Automobile Barcelona el próximo 30 de septiembre. El monarca no ha faltado ni un solo año desde la primera edición, aunque esta vez se rompe la tradición en el día.
Normalmente, el Rey y el resto de autoridades inauguran la muestra un día antes de que se abran las puertas al público, que suele caer en viernes. Pero este año, se ha acordado adelantar su presencia al coincidir con el aniversario del 1-O.
Las fuentes policiales consultadas por ED consideran «normal» que se haya adelantado el inicio del salón del motor y advierten que «lo más seguro es que el 1-O se produzcan altercados con la mesa de diálogo tan candente».
Las mismas fuentes explican que todavía no se ha elaborado el dispositivo de seguridad al completo. Todo dependerá de «la actividad» que se dé en las calles los días previos. No obstante, sí que se están celebrando reuniones operativas para estar prevenidos ante posibles cortes en las calles.
Los agentes tienen en cuenta, además, cómo fue el desarrollo de la Diada. El pasado sábado, grupos de violentos arrojaron pintura, extintores y barras de hierro contra la Jefatura Superior de Policía de Cataluña provocando incidentes durante la manifestación convocada por la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Ómnium Cultural.
Las miradas puestas en Aragonès
El salón Automobile Barcelona, organizado por Fira de Barcelona, tiene en esta edición como lema «Vuelve la ilusión», al ser uno de los primeros certámenes del sector que se celebra de manera presencial desde que estalló la pandemia.
Más de 20 marcas presentarán sus novedades en un evento centrado en la electrificación y la descarbonización. La última ocasión en la que Felipe VI visitó Barcelona fue el pasado 1 de julio, cuando estuvo con la reina Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía en la ceremonia de los premios de la Fundación Princesa de Girona.
Pocas semanas antes protagonizó otros dos desplazamientos a la capital catalana, una para participar en una reunión del Cercle d’Economía y, la segunda, también con Sánchez, para presidir la apertura del Mobile World Congress.
En ambas citas coincidió con el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, quien plantó al Rey en el saludo protocolario como gesto de desaprobación de la monarquía.
Además de participar en la inauguración de la feria automovilística, se espera que el monarca vaya a Barcelona en otoño a la entrega de los despachos a los nuevos jueces.
El pasado año no asistió a este evento, que tuvo lugar pocos días antes del 1-0 y de la sentencia del Tribunal Supremo de inhabilitación de Quim Torra.
El Gobierno justificó la ausencia de don Felipe en que era aconsejable «velar por la convivencia» y no generar más crispación. Este año, según las fuentes consultadas, la clave reside en que todavía no se ha puesto fecha a este encuentro. Así y por cuestiones de seguridad, se fijará una fecha en el calendario tras celebrarse el 1-O.
Un 1-O más dividido que nunca
Los nervios están más a flor de piel que nunca. El independentismo está dividido a costa de la mesa de diálogo y esto afecta también al Govern y a las principales formaciones que lo componen: ERC y Junts.
Este año, además, será el primero que el independentismo celebre este aniversario con los condenados en la calle tras los indultos facilitados por el Gobierno alegando «por razón de utilidad pública».
Desde las dos principales formaciones nacionalistas, ERC y Junts, asumen en privado que la participarán dependerá a los mensajes que se lancen estas semanas previas y la llamada a la participación. En algunos sectores temen que los movimientos radicales de los CDR «enturbien el día», aunque todos encuadran que «será una jornada festiva para celebrar».
Este año, el 1 de octubre cae en viernes y se están convocando actos para todo el fin de semana. El sector más radical del independentismo da también una gran importancia simbólica al domingo 3-O, cuando el rey Felipe VI pronunció por la noche su discurso contra el plan secesionista.