Sánchez aborta su primer pacto con Feijóo y salva su plan anticrisis con Bildu y PNV

El decreto ha sido aprobado con 176 'síes' y 172 'noes', incluido el de ERC, y se tramitará como proyecto de ley como pedía el PP, pero al no garantizar el Gobierno la inclusión de sus medidas ha votado en contra

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en el Congreso. EFE

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El Gobierno ha recurrido una vez más al salvavidas de Bildu para convalidar uno de decretos más relevantes de la legislatura como es el referido al Plan de choque contra el impacto de la guerra de Ucrania, tras haber fracasado las primeras negociaciones con el PP de Alberto Núñez Feijóo para lograr su apoyo o abstención, ante el rechazo de Moncloa a incluir las rebajas de impuestos y la reducción del gasto requerida por los ‘populares’.

El real decreto ley del Plan anticrisis ha sido finalmente convalidado en el Congreso con 176 ‘síes’, frente a 172 ‘noes’, tras haber votado a favor, además del PSOE (120) y Unidas Podemos (33), el PNV (6), EH Bildu (5), PDeCAT (4), Más País (2), Compromís (1), Nueva Canarias (1), Partido Regionalista de Cantabria (1), BNG (1), Teruel Existe (1) y la ex diputada morada Meri Pita.

Por su parte,, 172 diputados han apretado el botón del ‘no’. ERC, Junts y CUP han votado en contra al exigir responsabilidades por el caso ‘Pegasus’. Tampoco han respaldado el decreto PP, Vox, Ciudadanos, UPN y Foro Asturias, mientras que Coalición Canaria se ha abstenido. El decreto se tramitará como proyecto de ley por el procedimiento de urgencia al haber se aprobado esta vía por 342 votos a favor, dos en contra y una abstención.

Los cinco votos favorables de EH Bildu, tras la reforma del reglamento por parte del Gobierno para su entrada y la de ERC y CUP en la comisión de secretos oficiales, han sido claves para posibilitar la aprobación del paquete de medidas en respuesta a las consecuencias económicas y sociales de la guerra en Ucrania, después de unas últimas horas de intensas negociaciones del Gobierno ante el temor de que el decreto se derogara por las reticencias de ERC y Bildu a apoyarlo por el caso de espionaje, que le han llevado a comprometerse con el PP a tramitar como proyecto de ley el plan con el fin de atraerlo a la abstención.

A pesar de lograr sacar adelante el decreto, lo cierto es que la mayoría parlamentaria sale debilitada en esta ocasión al haberse desmarcado ERC, Junts y CUP por el caso de espionaje ‘Pegasus’, para el que exigen depurar responsabilidades e incluso la dimisión de la ministra de Defensa, Margarita Robles.

Los ‘populares’, que barabajan la abstención hasta esta mañana con la esperanza de que el Gobierno cediese a admitir sus medidas, han votado en contra al no comprometerse Moncloa tampoco a no paralizar la tramitación de la norma como proyecto de ley en la Mesa del Congreso como ha sucedido en otras ocasiones.

Fracasa el primer intento de acuerdo entre Sánchez y Feijóo

El Gobierno trasladó a última hora del miércoles su compromiso de tramitar como proyecto de ley en el Congreso el real decreto ley del plan anticrisis, tal y como exigía el PP para votar a favor, para abordar en una negociación las propuestas del PP. El líder de la oposición y todavía presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, ha asegurado que intentó llegar a un acuerdo con el Gobierno hasta el «último minuto», pero ha criticado que Sánchez haya optado una vez más por Bildu para conseguir su voto a cambio de entrar esta formación en la Comisión de Secretos Oficiales.

Además de no asegurar en la práctica esos cambios en la tramitación, tampoco ha garantizado por escrito los cuatro requisitos marcados por los ‘populares’ en la carta remitida a la ministra María Jesús Montero (bajar impuestos, reducir el IVA de luz y gas, recortar el gasto burocrático y acelerar los fondos europeos). Ante el «desprecio» y «caso omiso» del Gobierno a sus propuestas y considerar que ha elegido de nuevo a Bildu, el PP ha optado por el ‘no’ finalmente.

El diputado del PP, Jaime de Olano, ha expresado en la tribuna del Congreso la «decepción» de su partido con el Gobierno al ignorar la propuesta «sensata y rigurosa» entregada a Moncloa hace una semana que «no se han dignado a negociar» porque «hace tiempo han elegido socios». «Asistimos al cambalache de Sánchez con los herederos de ETA: Bildu vota el real decreto y Sánchez le permite acceder a los secretos de Estado», ha denunciado.

«No se puede proteger al Gobierno a costa de desproteger al Estado», ha espetado Olano (PP), quien ha apelado en varias ocasiones al ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, a cambiar su postura y acceder a negociar con el PP las medidas, sin éxito, a pesar de que «no es fácil fiarse de Sánchez» al hacer de la «sumisión y el engaño» su ‘modus operandis’.

La mayoría parlamentaria se debilita: ERC y Junts votan en contra y exige responsabilidades por el espionaje

Por su parte, ERC no ha transigido finalmente con eel real decreto del Gobierno al considerar que no asume sus responsabilidades por el espionaje del caso Pegasus a más de 60 independentistas, exigiendo, junto a CUP y BNG, la dimisión de la ministra de Defensa, Margarita Robles.

Desde ERC critican que el PSOE actúa con «irresponsabilidad» en lo que se refiere a la falta de apoyos del Real Decreto. «No pueden hacer recaer en los espiados, en las víctimas, el peso de esa decisión», si bien los republicanos catalanes continuarán con la «mano tendida» para impulsar medidas de apoyo a la gente, pero «nunca a costa de renunciar a la defensa de los derechos fundamentales, que es tanto como renunciar a la defensa de la ciudadanía».

La formación defiende los «derechos y libertades» y por eso se han negado a votar el decreto ante el caso ‘Pegasus’. Desde el Congreso, la diputada Montse Bassa ha mostrado su teléfono móvil y ha dicho: «Si quieren conocer qué vamos a votar pregunten al CNI o a la ministra Robles«.

En la misma línea, la portavoz de Junts en el Congreso, Miriam Nogueras, rechazó el decreto por el mismo motivo, y ha exigido una comisión de investigación para la asunción de responsabilidades, así como la apertura de diligencias en la Fiscalía y se de garantías de que el espionaje al independentismo ha terminado. «El independentismo no puede regalar estabilidad a un. Gobierno que nos espía», ha espetado.

La CUP también se opuso al decreto al considerar que el Gobierno. «no merece los votos del independentismo» al acusarle de ‘Pegasus’, dijo el diputado Albert Botrán.

El resto de socios mantienen apoyo: VOX, Cs, Foro y UPN lo rechazan

En cambio, el Gobierno ha conseguido mantener el apoyo del resto de sus socios de investidura y de la mayoría parlamentaria que le sustenta. Los seis diputados del PNV apoyarán el decreto tal y como habían anunciado.  La diputada del PNV Idoia Sagastizabal, ve necesarias las medidas, así como los diputados de Más País, ya que aunque «no acaba el escándalo del espionaje la gente no tiene que pagar los platos rotos del Gobierno», dijo Íñigo Errejón.

El portavoz del PDeCAT, Ferran Bel, se ha desmarcado de las formaciones catalanas al apoyar el decreto porque lo contrario sería dar «un tiro en el pie de los ciudadanos» por «responsabilidad» y el compromiso de mejoras en la industria del gas electrointensivo. Tanto los diputados del BNG, Néstor Rego, como de Teruel Existe, Tomás Guitarte; Nueva Canarias, Pedro Quevedo, o PRC, José María Mazón, han confirmado también su respaldo y apoyo a que se tramite como proyecto de ley.

De la parte parlamentaria contraria, el diputado de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, ha calificado de «flojito» A Bolaños, tras criticar que hayan elegido socios «ultras» dándoles acceso a los secretos oficiales. «Lo que nos trae este Gobierno nos lleva ala ruina», ha advertido, señalando también que el real decreto «llega tarde».

El portavoz de Ciudadanos, Edmundo Bal, ha espetado al Gobierno que «no tienen vergüenza» al «exigir a la oposición lo que sus socios no les dan», máxime tras 120 reales decretos en la legislatura. Bal ha acusado a Bolaños de reírse de la formación naranja y «tirar a la papelera» su propuesta. Ha mostrado al igual que el PP su «decepción». «Somete a chantaje a los partidos de la oposición», ha denunciado cabreado.

Desde Foro Asturias, Isidro Manuel Martínez Oblanca, ha rechazado ser «cómplice de la funesta deriva de Pedro Sánchez» al unirse a Bildu, al igual que el diputado de UPN, Carlos García Adanero, quien ha tildado de «insulto a los españoles» el «escándalo» de meter a Bildu en la comisión de secretos oficiales.

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