Rusia se aproxima con sus ataques al territorio de la UE y la OTAN

Entre los objetivos de las operaciones militares se encuentran un aeródromo y una fábrica

Edificio destruido en Ucrania. EFE/EPA/MIGUEL A. LOPES

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Este viernes pasado las fuerzas del Kremlin han ido un paso más allá y han extendido sus ataques a las inmediaciones de dos localidades del oeste de Ucrania, muy cerca de las fronteras con dos Estados miembros de la UE y la OTAN, Polonia y Rumania. Asimismo, también han alcanzado el este de la zona central de Ucrania.

Según informa el diario El País, Mijailo Podoliak, principal asesor del presidente ucranio, Volodímir Zelenski, ha confirmado en sus redes sociales la ofensiva contra Lutsk, situada a 87 kilómetros de Polonia, y contra Ivano-Frankivsk, a 153 kilómetros de la linde con Rumania. En la primera de estas ciudades los objetivos han sido, según las autoridades ucranias, el aeródromo y una fábrica cercana.

Además, fuentes del Gobierno regional han confirmado la muerte de cuatro militares y que otros seis han resultado heridos. Los nuevos bombardeos, alejados de las líneas del frente, son una estrategia de las fuerzas del presidente ruso, Vladímir Putin, para dificultar la logística y el transporte de recursos desde los países aliados, según apuntan fuentes del Gobierno del país invadido.

Pero el ejército ruso no se quedó ahí. Las fuerzas del Kremlin atacaron este viernes también Dnipró, una ciudad industrial en la ribera del río Dniéper, en el este de la zona central, a unos 200 kilómetros al norte de Crimea y con 966.000 habitantes, que es un cruce de caminos de transporte clave para Ucrania.

Según el Servicio de Emergencias del país, los proyectiles han impactado cerca de un jardín de infancia, un bloque de viviendas y una fábrica de zapatos, donde han causado un incendio. Y según las autoridades locales, ha habido al menos un muerto en este ataque.

«Golpes devastadores»

Concretamente, según apunta el periódico El Mundo, pasado el mediodía del viernes volvían a sonar las alarmas a las puertas de la base de Lutsk, tras el ataque que había sufrido de madrugada. Grupos de militares corrían para ponerse a cubierto ante la posibilidad de una nueva ofensiva.

Mientras, familiares de los trabajadores de la base y una docena de periodistas internacionales esperaban fuera, ya que se les impedía el paso. La arremetida contra Dnipro -la más grave de este conflicto, tras los bombardeos que sufrió las primeras jornadas- se suma a la que registraron los aeropuertos de Lutsk e Ivano-Frankivsk.

«Las grandes ciudades ucranianas están nuevamente sujetas a golpes devastadores», afirmó el asesor del presidente ucraniano, Mikhailo Podoliak. Todos estos hechos demuestran que Moscú ha intensificado en las últimas jornadas el recurso a la aviación y los misiles ante la ralentización del avance de sus tropas, incapaces de doblegar la resistencia ucraniana.

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