Rusia empieza a probar su vacuna Sputnik V con enfermos de cáncer
El Centro Gamaleya inicia un nuevo estudio clínico para comprobar los efectos del fármaco en pacientes que reciben quimioterapia o tratamientos oncológicos
Los investigadores rusos han iniciado las pruebas clínicas de su vacuna, Sputnik V, con enfermos de cáncer. La comunidad científica ha situado a los pacientes oncológicos como uno de los grupos prioritarios para acceder a las campañas de inmunización, sin embargo hace falta pruebas sólidas que ratifiquen tanto la eficacia como seguridad de cada uno de los prototipos que han desarrollado las farmacéuticas.
El Centro Gamaleya, la institución pública que está detrás del desarrollo de la vacuna en Rusia, ha querido solventar todas las dudas e iniciar los ensayos de forma paralela sobre un grupo de pacientes de cáncer. «De manera separada, ya han comenzado las investigaciones en enfermos oncológicos«, ha explicado el director del centro, Alexandr Gintsburg, a la televisión pública, según ha recogido la Agencia Efe.
El investigador ruso ha recordado que no se ha demostrado ninguna contraindicación médica que impida la vacunación de los pacientes oncológicos con la Sputnik V, sin embargo sí que ha insistido en que todavña no se ha conseguido alcanzar el mismo resultado que con el resto de la población.
«La única excepción son aquellos casos cuando el enfermo se encuentra bajo quimioterapia y toma fármacos que impiden la multiplicación de las células», ha enfatizado.
La vacuna rusa del coronavirus se ha demostrado eficaz en todos los grupos demográficos, incluidas las personas de más de 65 años de edad. Además sus desarrolladores confían en que desencadene una larga protección en el tiempo. «La duración de los efectos de esta vacuna serán muy prolongados. Esperamos que sean dos años o más«, ha insistido Gintsburg.
Rusia demuestra transparencia con su vacuna en pleno debate sobre su uso en Europa
El anuncio de un nuevo estudio clínico sobre la vacuna rusa busca reforzar la transparencia de las investigaciones del Centro Gamaleya, justo cuando se ha puesto sobre la mesa la posibilidad de que la Unión Europea también acceda a este fármaco en su estrategia conjunta para la inmunización de los 27 países miembro.
Bruselas ha negado hasta la fecha cualquier negociación con el Gobierno de Vladimir Putin, sin embargo la Agencia Europea del Medicamento (EMA) ya ha iniciado la revisión de los datos de los ensayos clínicos para determinar su cumple con los estándares de seguridad y eficiencia. Una autorización que ya han logrado Pfizer, Moderna, Astrazeneca y Johnson & Johnson. En todo caso, la decisión final recae en la Comisión Europea.
Países como Hungría, República Checa y Eslovaquia se han desmarcado de la línea marcada por los negociadores europeos y han abierto por su cuenta conversaciones con Rusia para incorporar la Sputnik V en su campaña nacional de vacunación. El preparado del Centro Gamaleya ya ha recibido el visto bueno en 50 países con una población total de más de 1.300 millones de personas.
Paralelamente, los desarrolladores rusos dan pasos para acercarse a Europa. Italia ya ha anunciado que será el primer país del bloque comunitario que producirá a nivel nacional los viales del fármaco. Mientras que el Fondo Ruso de Inversión Directa ya ha iniciado el proceso para llegar también a tres centros de fabricación en España, ubicados en Galicia.