Rufián vs Aznar: El Padrino, los golpistas y el perro del expresidente
Rufián convierte su interrogatorio a Aznar en la comisión de la Gurtel en un espectáculo estéril, circense y trufado de acusaciones cruzadas
La comparecencia del expresidente del Gobierno José María Aznar ante la comisión de investigación sobre la financiación ilegal del PP en el Congreso ha alcanzado niveles esperpénticos cuando ha llegado el turno del portavoz de ERC, Gabriel Rufián, con el que el expresidente del Gobierno ha intercambiado invectivas con la mano abierta y que ha sacado de quicio, más que al propio Aznar, al presidente de la comisión, Pedro Quevedo. Nada en claro ha salido del interrogatorio, estéril pero al que no se puede negar que ha sido entretenido.
Rufián ha empezado su intervención recordándole a Aznar que El Mundo publicó en su momento que envió 2.600 soldados a Irak en tres relevos, para desmentir al expresidente, que había dicho que él no envió tropas a la guerra de Irak. «2.600, tres unidades, un millón de muertos», ha repetido luego como un mantra el republicano. «Actuaban bajo el mandato de la ONU en una fuerza de estabilización con 50 países más», ha matizado el compareciente.
Aznar a Rufián: «Ahora tengo un perro precioso. Igual puede usted sacarlo a pasear un día»
En la primera respuesta de Aznar, el portavoz de Esquerra ya ha iniciado su táctica de interrumpirle continuamente, mientras el expresidente optaba para replicarle por una combinación de sarcasmo, paternalismo y esa táctica del ventilador que ha usado a fondo con el representante del PSOE. «No creo que pase a la historia del parlamentarismo por la vía del histrionismo», le ha espetado Aznar a Rufián, al que ha llegado a afearle que un exconseller de ERC fuera condenado por contrabando de tabaco.
Acusaciones cruzadas de golpismo
De todos modos,el reproche más duro y más recurrente de Aznar a Rufián no ha sido ése. Pese a haber pedido repetidamente respeto por la presunción de inocencia, el exlíder del PP ha prescincido de ese criterio al referirse al referéndum ilegal del 1-O y la declaración de independencia del Parlament, episodios ahora judicializados. «Usted es el representante de un partido golpista que quiere destruir el orden constitucional y el sistema de libertades en España», le ha dicho al republicano.
«¿Tengo que aguantar que me llame golpista?», ha replicado Rufián para justificar sus continuas interrupciones. El diputado de ERC, que ha comparecido con una camiseta de José Couso, el cámara fallecido en Irak víctima del disparo de un carro de combate norteamericano, ha calificado a su vez de «partido golpista» al PP. El pim pam pum estaba servido.
«Yo no he venido aquí ni a escuchar frases tabernarias ni a comentar titulares tabernarios», ha acabado explotando Aznar, que en otro momento, le ha reprochado a Rufián que se hiciera un selfie mientras él intervenía. «El selfie es para ellos [en relación a los representantes del PP presentes en la sala] y a usted, que se descojonan de los casos de corrupción», ha sido la respuesta del diputado, con los populares protestando y Quevedo tratando de calmar los ánimos.
El Padrino, los gatos y el perro de Aznar
El momento en que Rufián ha irritado más a Aznar ha sido cuando le ha preguntado si la boda de su hija fue financiada con dinero de la trama Gurtel. «Dígame una sentencia que lo diga, una sola. Si no, eso es ser un corrupto en el uso de las palabras». Rufián, a la suya, ha insistido y ha llegado a comparar la boda con la de la hija de Vito Corleone en la película El Padrino, una de sus referencias recurrentes, y al expresidente, al que previamente ya había definido como «el padrino de la Gurtel», con el líder mafioso que interpretaba Marlon Brando. «Solo le falta estar acariciando el gato».
«No tengo gato, pero tuve tres en la Moncloa, y ahora tengo un perro precioso. Igual puede usted sacarlo a pasear un día, con familiaridad, y hasta llamarme José María, o Pepe», ha rematado Aznar.