Rosa María Mateo arropa a Enric Hernández y Jesús Cintora ante su inminente cese de RTVE
Rosa María Mateo se despide de la comisión de control a RTVE afirmando que "el único calvario que he tenido en esta época es al que ustedes me han sometido"
Rosa María Mateo asume que su comparecencia de este viernes en el Senado será la última que hará como administradora única de Radio Televisión Española (RTVE) ante la comisión de control parlamentario del ente.
Así que, entendiendo que en las próximas semanas se conformará el consejo de administración que le sustituirá, se ha despedido del órgano de control blindando a dos de sus aliados más cuestionados: el directivo Enric Hernández y el periodista externo Jesús Cintora, presentador del programa de La 1 Las cosas claras.
El PP le ha preguntado a la veterana periodista si antes de su inminente cese se plantea despedir a Hernández, enfrentado con todos los sindicatos de RTVE y reprobado por la mayoría de los trabajadores desde que el primer Gobierno de Pedro Sánchez creó el cargo de jefe de información y actualidad para colarle en la corporación.
Mateo defendió la labor de Hernández y también la de Cintora, cuyo programa ha despertado reproches del consejo de informativos de TVE y de la mayoría de los representantes sindicales. La responsable del ente ha justificado que Las cosas claras existe porque el objetivo de RTVE es «dar voz a todas las ideologías presentes en nuestra sociedad».
«No veo razones para cesar a Enric Hernández»
El relevo de Mateo resolverá el problema de la interinidad de RTVE, que no tiene un consejo de administración desde hace casi tres años. No obstante, y como ha contado este periódico, en la plantilla de la corporación y en algunos sectores de la oposición hay preocupación en torno al futuro de Hernández, que podría sobrevivir los cambios que se avecinan.
El PP ha asegurado en la sesión de control de este viernes que Mateo y Hernández «son responsables de llenar RTVE de radicales«, aludiendo en parte a Cintora. Y la diputada Macarena Montesinos le ha preguntado si cesará al director de información y actualidad antes de la entrada del nuevo consejo de administración en las próximas semanas.
«En ningún momento tengo previsto cesar al señor Enric Hernández, entre otras cosas porque una vez elegido el nuevo presidente no es mi misión hacer ningún cambio. Ya los hará el equipo que viene. Durante este tiempo no me lo he planteado. Hernández ingresó en 2019 y era un puesto que se necesitaba en la casa», ha respondido la periodista.
Mateo no ve «razones para proceder a su cese» porque le considera un «profesional eficiente y decisivo» en el trabajo de mejorar la labor informativa de RTVE. Y ha destacado que durante este tiempo no ha habido penalizaciones por manipulación o malas praxis informativas, lo que a su parecer contrasta con la etapa del anterior Gobierno del PP.
La administradora única ha aprovechado la intervención de Montesinos, que le reprochó sus «purgas» en el ente, para ironizar con que el PP ha «recuperado» ya a los «presuntamente purgados» por su dirección. Se refería a Carmen Sastre y Jenaro Castro, que perdieron sus puestos de dirección a su llegada a la casa y ahora estarán en el nuevo consejo de RTVE.
«La dirección de información y actualidad ha cumplido la misión que se le encomendó», ha zanjado Mateo sobre el asunto de Hernández. De esta forma, ha pasado el testigo de una de las figuras más señaladas de su mandato a la nueva cúpula de la corporación, que tiene más vocales propuestos por el PSOE (que colocó a Hernández en RTVE) que de otros partidos.
Mateo blinda a Cintora en TVE
Otro cambio que Mateo evitará hacer es atender las exigencias de trabajadores y sindicatos con respecto a la externalización de programas con contenidos informativos, algo que se ha hecho más común desde la llegada de Hernández y que ha encontrado su clímax de polémicas con el estreno de Las cosas claras, conducido por Cintora.
La periodista no ha aclarado si es cierto el rumor que recorre los pasillos de la casa de que se ha ampliado por un año el contrato con Lacoproductora, la empresa externa que asume la mayor parte de la producción del programa. Pero sí ha insistido en que Las cosas claras no es un programa informativo, sino de «infoentretenimiento«.
Al señalar que no es un programa informativo Mateo se protege de quienes recuerdan (e incluso llevan ante la justicia, como han hecho cuatro sindicatos) que el mandato marco de RTVE veta la externalización de este tipo de espacios. «Infoentretenimiento» es la denominación que la dirección cree que le protege ante este irresoluto conflicto judicial.
Asimismo, ha revelado que su cúpula cree que este tipo de coproducciones de programas con contenidos informativos y de supuesto entretenimiento pueden emitirse «en cualquier franja» y que están amparados porque «la corporación tiene el mandato de atender todos los géneros, formatos y públicos, y el infoentretenimiento es un servicio público».
«RTVE no comparte muchos de los criterios expuestos en estos formatos«, ha reconocido, pero su «objetivo» es «dar voz a todas las ideologías presentes en nuestra sociedad«. Asimismo, ha recordado que «el primer programa de infoentretenimiento fue de la época anterior (la del PP); se llamó Así de claro y lo condujo Ernesto Sáenz de Buruaga«.
«No es una coartada para justificar contenidos informativos. Es una elección del canal para acercarse a los intereses del ciudadano y cumplir con sus objetivos de servicio público«.
El último jaleo con la comisión de control de RTVE
Aunque no está escrito en piedra que la de este viernes vaya a ser la última comparecencia de Mateo ante la comisión mixta de control parlamentario de RTVE, pues en los asuntos de la corporación todo puede cambiar a último momento, la máxima responsable del ente ha dado a entender que esta iba a ser su última aparición en el Senado para estos fines.
Así, la sesión ha transcurrido entre las duras críticas de siempre por parte de la oposición y los buenos deseos para Mateo, que siempre ha asegurado que creía que su mandato en RTVE sería de unos pocos meses y que aceptó el cargo por «responsabilidad» aunque no fuese lo que buscaba en ese momento, pues ya estaba jubilada cuando el PSOE se lo propuso.
La periodista, una de las más reconocidas de la televisión española y con un currículum en el ente que empieza antes de la Transición, se ha mostrado aliviada por ya no tener que sufrir los «ataques personales» que considera que le han proferido varios partidos. «El único calvario que he tenido en esta época es al que ustedes, señorías, me han sometido«, ha dicho.
«Acepté el cargo de administradora única de forma provisional creyendo que efectivamente sería para un periodo de tres o cuatro meses», ha señalado. Pasaron casi tres años para que fuera relevada, como previsiblemente sucederá en breve. «No fui nombrada por el señor Pedro Sánchez, sino propuesta por el PSOE y refrendada en el Congreso por 180 votos«.
Al hacer balance de su gestión, ha puesto en valor que a su parecer los informativos ahora son más independientes y plurales, y que se tomó la decisión arriesgada de adelantar el prime time televisivo, «a pesar de que nos penaliza la audiencia«. También ha defendido los esfuerzos para combatir la desinformación a pesar de las críticas de Vox.
«No es un trabajo fácil y los ataques, aunque se diga que no son personales, siempre son ataques personales«, ha dicho en la parte final de su comparecencia. Y ha reconocido que «la audiencia no es la que me gustaría», insistiendo, como ha hecho durante estos años, que la financiación «es fundamental para hacer una buena televisión».