Rosa Díez: del PSOE a la «sintonía absoluta» con el PP
La exdirigente socialista y cofundadora de UPyD, que ya hizo actos junto al PP en 2001, proporciona a Pablo Casado el mayor triunfo de "España Suma"
Rosa Díez (Güeñez, Vizcaya, 1952) ha cumplido 67 años. Suficientes para andar sin complejos por la vida, si es que alguna vez los tuvo. La política vasca, exmilitante del PSOE y de UPyD, lleva toda una vida nadando contracorriente. Y así piensa seguir.
Lo hizo durante los primeros 25 años de su vida, cuando la acusaban de ser una mala española porque no era franquista. Luego, ya en democracia, sufrió un estigma a la inversa: era una mala vasca porque no era nacionalista. Y otros 25 años se pasó así, defendiendo un proyecto socialista para el País Vasco y para el resto de España pegado a la Constitución.
Los siguientes 25 no han acabado y prometen emociones tan intensas como las que vivió durante el zapaterismo, cuando, harta de ver concesiones del PSOE a los nacionalistas, emprendió una nueva vía y fue protagonista de la fundación de UPyD en 2007.
Cosechó cierto éxito, ya que consiguió representación en el Congreso durante dos legislaturas (2008-2011; 2011-2015), pero el proyecto acabó aplastado en las urnas en las elecciones generales de diciembre de 2015, cuando apenas logró 155.000 votos y 0 escaños. Su debacle se debió, en buena parte, al auge de Ciudadanos.
Poco después de este fracaso, Díez anunció su baja en UPyD en febrero de 2016. Defendió incluso la disolución de la formación para preservar su aportación, pero predicó en el desierto. Otros siguieron con un partido que ahora actúa como un inapreciable apéndice de Ciudadanos.
El regreso de Rosa Díez de la mano de Pablo Casado
Muchos daban así por concluida trayectoria política de la brava política vasca. Pero la exdirigente del PSOE y de UPyD ha vuelto a centrar los focos, en esta ocasión de la mano de Pablo Casado. Lo hizo este miércoles en Barcelona, proporcionando al líder del PP el resultado más tangible de su proyecto España Suma, esa iniciativa destinada a reagrupar al constitucionalismo y que, en el fondo, no es ninguna novedad porque Rosa Díez ya fue pionera de esta misma idea en 2001.
Eran tiempos convulsos, como casi siempre, en el País Vasco. Pero Díez no tuvo inconveniente en protagonizar un acto de campaña junto a Jaime Mayor Oreja, líder entonces del PP vasco. Eran la época de Nicolás Redondo Terreros al frente del PSE, muy distinta la actual de Idoia Mendia (dispuesta a posar en un brindis con Arnaldo Otegi).
Casi 20 años después, la analogía con Cataluña es inevitable. «Hacíamos eso porque era una circunstancia extraordinaria, porque no estaba en juego la derecha y la izquierda, sino la democracia. Y ahora estamos en una situación como ésa. No nos jugamos un gobierno más de izquierda o de derechas, sino el orden constitucional, la democracia y la libertad», reflexiona ahora la exdirigente de PSOE y de UPyD.
Y con este argumento y con la promesa personal de Casado de no actuar con los soberanistas en base a ibuprofeno, ni a valium, ni a placebo alguno, Rosa Díez se dispone este domingo a votar al PP. Así lo proclamó este miércoles en Barcelona, después de pasearse junto al líder del PP por el centro de Barcelona en un breve recorrido hasta la plaza del Rei (donde se ubica el salón del Tinell, el lugar que dio nombre al acuerdo del tripartito que solemnizó un cordón sanitario contra los populares).
Casado quiso envolver el acto con papel transversal, pero Díez se negó y se mostró, como siempre, sin complejos. «Decía Pablo al inicio de la intervención que éste no era un acto de partido. Yo creía que sí y yo he venido sabiendo que era un acto de partido», dijo desatando los aplausos de los dirigentes del PP, a quienes se metió en el bolsillo. «La sintonía ha sido total», dijo alguno de ellos al término del acto electoral.
«He venido sabiendo que era un acto de partido, un acto simbólico del Partido Popular, y he venido porque me da la gana, ejerciendo mi libertad. Porque éste es un acto constitucionalista. ¿O es que ahora tengo que pedir perdón por estar en un acto convocado por el PP?», dijo la dirigente vasca, en estado puro.
Los votos matrimoniales con el PP
Con los dirigentes del PP ya en el bolsillo, Rosa Díez procedió a su tercer matrimonio político, quien sabe si el último, en esta ocasión con Pablo Casado. «¿Tú me prometes que no va a haber más entreguismo con quienes se han comportado como los enemigos de la España constitucional y democrática?» Asintió el líder del PP y así culminó el enlace.
Desde este miércoles, el PP tiene una fiel aliada para embestir contra Pedro Sánchez. Contra su «falso progresismo». Contra sus aliados, sean los independentistas catalanes o sean los herederos de ETA.
La dirigente vasca, libre y corajuda, ha vuelto para dar su voto al PP porque quiere que Pablo Casado gane las elecciones este domingo.