Romeva abre el melón sucesorio: «el acuerdo no dice que Mas será President»
El cabeza de lista de los soberanistas provoca una primera discusión con Convergència, que asegura que le corresponde presidir la Generalitat
Las elecciones del 27 de septiembre prometen. Serán decisivas para la suerte del proceso soberanista y, las discrepancias ya han surgido en el seno de la candidatura soberanista unitaria. El cabeza de lista, Raül Romeva, ex dirigente y eurodiputado de ICV, ha asegurado que en el acuerdo suscrito no se constata de forma «explícita» que el President de la Generalitat deba ser Artur Mas.
El President figura en la lista como número cuatro, y según Convergència, a través de la vicepresidenta del Govern, Neus Munté, lo que está claro es que «Mas seguirá ejerciendo el papel de liderazgo y a CDC le corresponde designar quién será el presidente durante los 18 meses que durará el Gobierno que se encargará de preparar la independencia».
¿Quién ha interpretado mal el acuerdo alcanzando entre las diversas fuerzas políticas, básicamente entre CDC y ERC, además de las entidades soberanistas?
Buscando la mayoría absoluta
Romeva ha concedido diversas entrevistas, al Periódico, a la Cadena Ser y a Sentit Crític, y en todas ellas ha reflejado la posibilidad de que sea otro el presidenciable. Dependerá todo, a su juicio, de lo que suceda el 27 de septiembre, y al equilibrio de fuerzas. Es decir, si esa candidatura, llamada Junts pel Si, no alcanza la mayoría absoluta, y necesita el apoyo de otras fuerzas, como la CUP, el candidato podría ser otro dirigente, no necesariamente Mas.
Es lo que trata de hacer ver Romeva, que, en su etapa como dirigente de ICV no tuvo ningún problema para criticar con dureza las políticas del Govern de CiU.
¿Romeva President?
Romeva se siente fuerte, porque es la cabeza visible de la candidatura, y ha afirmado que, en caso de que esa lista no logre la victoria, dejará el Parlament, con la idea de trasladar que no está en la lista para buscarse una salida personal. Pero ha abierto, ya en los primeros días de la confección de esa lista, el melón sucesorio, y la posibilidad de ser él mismo el candidato u otros dirigentes de Convergència.
El resto de partidos tiene ahora una oportunidad, que le ha brindado el propio Romeva, para cuestionar quién dirige exactamente la candidatura soberanista. Y abre también la puerta a la posición decisiva que pueda tener la CUP.