Rivera pincha ante los empresarios del puente aéreo antes de verse con Rajoy
En el almuerzo destaca la ausencia del presidente de Foment del Treball, Joaquim Gay de Montellà, y habituales como Florentino Pérez (ACS) y Antonio Brufau (Repsol)
El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, vendió el pasado martes 27 de octubre su bálsamo de Fierabrás a los empresarios. Sin embargo, no convenció a un auditorio de 18 asistentes, casi la mitad de 30 miembros habituales, integrantes del Foro Puente Aéreo, que reúne a las dos orillas del gran empresariado español.
Rivera explicó su contrato único, una «fórmula angelical» que tendrá un recorrido corto, a tenor de las opiniones vertidas a posteriori por alguno de los asistentes. La arquitectura liberal-progresista de Rivera engarza muy bien con una clientela formada por altos directivos, que aprueban los dos componentes de la fórmula mágica de C’s: «liberales (más bien neo) en lo económico y progresistas en lo ético-estético. Ambas cosas gustan, pero la experiencia ha demostrado que conjugan mal.
La reforma del mercado laboral diseñada por Luis Garicano, el economista orgánico de Ciudadanos, encaja en la petición de poner en marcha las políticas de la oferta demandadas por el mundo económico, a favor de los mercados. Pero su aplicación genera dudas. Rivera se entrevista este viernes con Mariano Rajoy, pero el tema será otro: la situación en Cataluña y la posibilidad de suspender la autonomía.
Ilusión, pero también recelos
En suma, el discurso de Rivera puede ser tomado con ilusión (efectivamente: Rivera es la novedad que ilusiona); pero también es cierto que resulta demasiado liviano para gente que tiene que negociar convenios colectivos de muchos miles de empleados, y se las ve con comités de empresa bien pertrechados por los sindicatos de clase, CCOO y UGT. Un contrato único a la nórdica (holandesa o danesa) no casa con la flexibilidad laboral que se quiere en nuestro país.
Los empresarios saben que las fórmulas mágicas no valen en el complejo mundo de las relaciones laborales. Y esta certeza explica, en parte, la ausencia al almuerzo del presidente de Foment del Treball, Joaquim Gay de Montellà, la gran patronal catalana. Las ausencias fueron el martes la nota destacada de la reunión.
De Madrid faltaron habituales como Florentino Pérez, (ACS) y Antonio Brufau (Repsol), entre otros. De Barcelona faltó el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, que se encontraba de viaje en México. Tampoco estuvo presente Josep Oliu, el presidente de Banc Sabadell, que tenía una reunión en Londres.
Normalmente, el presidente de CaixaBank, Isidre Fainé, no acude a este tipo de reuniones si no es en casos muy especiales, como los encuentros celebrados con el Rey, Felipe VI, o con el presidente Mariano Rajoy. Precisamente, en el último encuentro del Foro con el presidente de Gobierno, celebrado en Moncloa, los varones imbuidos del Gentleman’s agreement dejaron que fuera una mujer la que se mojara.
Vacío elocuente
Aquel día, la portentosa María Dolores Dancausa (Bankinter) le preguntó a Rajoy por el perjuicio que le podían haber causado los muchos casos de corrupción que afectan a su partido. El presidente dibujó su perfil pillo y pegó una larga cambiada estilo casino mercantil de Pontevedra.
El miembro habitual de CaixaBank en Puente Aéreo es Gortázar; y, cuando no puede acudir, la entidad está representada por otra persona. En esta ocasión no acudió nadie. Un vacío muy elocuente que, en las últimas horas, ha tratado de desmentir Luis Conde, organizador del Foro junto a Enrique Lacalle, consejero de Fira Barcelona y presidente de Meeting Point.
Ayer, este último descolgó sus teléfonos. ¿El Grupo La Caixa hizo novillos? «No señor, porque estaban el presidente de Gas Natural, Salvador Gabarró y el consejero delegado de Abertis, Francisco Reynés», recordó Luis Conde a ED.
El radio de las Torres Negras de Diagonal es muy amplio. Pero más allá de esta evidencia factual, los órganos de gobierno de Puente Aéreo no pudieron ofrecer versiones capaces de contradecir el mal momento en el que se ha convocado este almuerzo, según la opinión casi unánime de los asistentes.
Los puentes, volados
Para algunos asiduos de Puente Aéreo, la no presencia de las dos grandes entidades financieras catalanas explica por si sola cierto desinterés. Y detrás de esta sensación se encuentra el momento político español y catalán. Con las Cortes disueltas, «no es momento de organizar una reunión con uno de los tres líderes políticos que van a tener un papel preponderante el 20D«, según medios empresariales. Uno solo de estos tres líderes, concretamente Albert Rivera, «no justifica una reunión del Foro Puente Aéreo», añaden los mismos medios.
Quienes así se manifiestan ponen de relieve que las ententes entre Catalunya y España han saltado en pedazos. Tras un lustro practicando la llamada Tercera Vía, los empresarios y profesionales que conocen la situación revelan ahora la desazón que les produce contemplar que los puentes están volados.