Rivera busca el desgaste de Rajoy en territorio afín al PP
Albert Rivera ataca a Mariano Rajoy en el Círculo Ecuestre por su "inmovilismo"
Pocas instituciones, quizás ninguna, reciben mejor en Cataluña a los dirigentes del PP que el Círculo Ecuestre. El histórico club siempre ha abierto amablemente sus puertas a los populares (a los de Cataluña y a los del resto de España) y, por eso, existía cierta expectación acerca de cómo iba a afrontar Albert Rivera la cita de este miércoles en el Ecuestre. El hombre que aspira a desalojar a Mariano Rajoy de la Moncloa no dudó un solo instante respecto su estrategia. Se lanzó a por Rajoy, a quien le dedicó un contundente paquete de críticas para desgastarlo ante su teórico público.
Buena parte de los avances electorales de Ciudadanos se explican gracias a la perforación en espacios al PP, un yacimiento que todavía está por explotar, a su entender. Rivera pidió, sin complejos, la colaboración de los presentes para allanar su camino a la Moncloa y expuso sus conocidas ideas sin pestañear: regeneración, reformas y liberalismo. Siempre con la misma cadencia: una propuesta y una crítica (casi siempre al PP, aunque también se despachó con el universo Podemos y con los independentistas).
A Rajoy le culpó, en síntesis, de «inmovilismo». «El Gobierno no quiere cambiar nada: ni el modelo educativo, ni la justicia, ni la ley electoral ni la lucha contra la corrupción», resumió Rivera. Y ante este quietismo contrapuso su vigor reformista y su plan estratégico (por decirlo en términos empresariales). «La política tiene que aprender del sector privado: tiene que tener planes, tiene que ejecutarlos, y tiene que rendir cuentas», planteó el líder de Ciudadanos.
La sensación de jugar en casa
Los socios del Ecuestre premiaron al líder catalán con repetidas ovaciones. La primera, y quizás la más sonada, cuando se despachó con Colau y con Roger Torrent. Hablaba Rivera sobre la necesidad de la regeneración democrática en España y celebraba el relevo producido en la Corona en 2014. «El Rey simboliza la imagen de una persona preparada, solvente, que representa lo mejor de este país, una persona con preparación y educación, cosa que no tienen algunas alcaldesas y presidentes del Parlament», dijo en alusión al reciente plantón de Ada Colau a Felipe VI con motivo del Mobile World Congress (MWC).
Rivera se marchó contento del Ecuestre. Satisfecho porque comienza a pensar que también juega en casa cuando le toca conferenciar en la histórica entidad. Todas las preguntas del público fueron amables. Tant solo un socio quiso ponerle en apuros al cuestionar los valores morales de Ciudadanos en asuntos como el aborto y la familia. El líder de Ciudadanos evitó alinearse con posiciones conservadoras.
«Mire, yo me siento liberal. Defiendo un Estado aconfesional, donde son los individuos los que deciden estas cosas y no las instituciones. Huyamos de quiénes dicen qué religión debemos seguir o qué tipo de familia debemos formar. Yo amo a mi pareja, con la que vivo. Estoy separado y tengo una hija. Y siento que ésta es mi familia. ¿Aborto? Pues a mí me parece bien la ley que el PP ha dejado vigente. ¿Matrimonio entre el mismo sexo? Pues claro, no me quiero poner cursi, pero sólo es importante el amor que exista. Ser un liberal es defender que nadie te diga lo que tienes que ser», expuso Rivera. Y se marchó con una última ovación.
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