Ribera reniega en el Parlamento del gasoducto que Sánchez y ella misma defienden en Europa

La ministra señala que "el Plan Nacional de Energía y Clima contempla nuevas inversiones en interconexiones eléctricas con Francia y Portugal, pero se consideran innecesarias nuevas conexiones internacionales de gas natural"

La ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera. EFE/Chema Moya

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Tras el cambio de posicionamiento el lunes pasado que mostró la vicepresidenta tercera Ribera sobre las medidas para la regulación del precio de la luz, se desvela otra contradicción. Esta vez en relación con el gasoducto que Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, está reclamando a Emmanuel Macron, presidente de la República Francesa.

Y es que atendiendo a informaciones del diario nacional El Mundo, según un documento del Ministerio de Transición Ecológica fechado diez días después de la invasión rusa, el 7 de marzo, una de las batallas que está intentando Sánchez en su gira para mejorar la autonomía energética de Europa y potenciar el papel de España como es la mejora de las interconexiones de gas es «innecesaria». Concretamente se refieren a la construcción de un nuevo gasoducto en los Pirineos que reclamó este lunes Pedro Sánchez a Macron.

Además, el presidente del Gobierno, junto a Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica, defendió este mismo proyecto el pasado 5 de marzo ante Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea. Sin embargo, la vicepresidenta tercera reniega del proyecto en una respuesta escrita 48 horas después de que ella misma participara en la mencionada reunión en Moncloa con Von der Leyen.

Y es que a la pregunta de los portavoces parlamentarios del PP en materia de energía, Guillermo Mariscal y Juan Diego Requena -entre otros diputados del partido-, sobre la falta de defensa por parte del Gobierno de un gasoducto que, en su opinión, es de interés europeo, la respuesta gubernamental es rotunda. Señala que el Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC) pretende llevar a España a ser «un país neutro en carbono en el año 2050» y «para alcanzar estos objetivos, el PNIEC contempla, entre otras, nuevas inversiones en interconexiones eléctricas con Francia y Portugal; pero se consideran innecesarias nuevas conexiones internacionales de gas natural».

Enorme potencial

¿Por qué innecesarias? Porque el gas ya no interesa, según el Ministerio de Teresa Ribera. «El Plan sitúa la participación del gas natural en la energía primaria de 2030 por debajo de los niveles existentes en el año 2020 y de la capacidad disponible de las instalaciones construidas».

Así lo argumenta el ministerio: Las seis plantas de regasificación tuvieron en 2020 -año de la pandemia- una utilización media del 32%. Sin embargo, según la propia Comisión Europea y Pedro Sánchez, su potencial es enorme, ya que representa más del 40% de la capacidad de regasificación de la UE.

Asimismo, por su parte también la Agencia Internacional de la Energía destaca en su último informe que si no se construye el nuevo gasoducto hay un cuello de botella que impide que el resto de la Unión Europea aproveche esa capacidad de España y el gas procedente de Argelia como alternativa al ruso. Además, teniendo en cuenta la actual tensión con Argelia por la cuestión del Sáhara obliga al Gobierno a empujar más por este gasoducto para intentar atraer el interés del gran proveedor magrebí de gas.

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