Ribera cree que la propuesta de la CE «encaja bien» con el impuesto a las energéticas que se plantea España
La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, asegura que el aumento de precio de la electricidad y gas hubiera sido "mucho más duro" sin las medidas del Gobierno
La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, cree que la propuesta de la Comisión Europea para que las compañías energéticas contribuyan con sus beneficios extraordinarios «encaja bien con el esquema» propuesto por el PSOE y Podemos para poner un impuesto a las empresas de este sector.
«No hay dos impuestos posibles», ha remarcado Ribera en declaraciones a los medios de comunicación en el evento ‘Talks for the Future’ de l’Oreál. En esta línea, ha indicado que, «si hay algo que corresponde afinar», se hará durante la tramitación de la proposición de ley de esos grupos, que fue tomada en consideración esta semana.
Asimismo, ha señalado que allí se verá «la mejor manera de encajar cuestiones que necesariamente deben estar amoldadas al sistema fiscal de cada uno de los estados miembros, pero que coinciden en el interés que se persigue».
Crítica a la postura del PP
Por otro lado, la ministra, en una entrevista en Cuatro, ha asegurado que, si el Gobierno no hubiera tomado medidas con antelación, el incremento de precios de la electricidad y el gas hubiera sido «mucho más duro». Y ha añadido que el Ejecutivo trabaja permanentemente para actualizarlas para que sean lo más eficaces posibles.
Ribera ha dicho que el PP, que se opuso a la tramitación de la proposición de ley para la creación de ese impuesto sobre los beneficios extraordinarios de la banca y energéticas, ha cambiado ahora «radicalmente» de postura y dice que apoya las medidas anunciadas por la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen.
Ha recordado que hace un año el Gobierno español aprobó minorar los beneficios que las tecnologías de generación eléctrica renovable, nuclear e hidráulica adquirían muy por encima de lo que eran sus costes y su rentabilidad razonable.
Ribera ha explicado que entonces no contaron con el apoyo del PP, que ahora defiende la propuesta de la CE para limitar los beneficios de esas tecnologías como si fuera propia. También ha recordado que el Ejecutivo recibió calificativos «gruesos» por parte de compañías, y un consejero delegado llegó a calificar la medida de «intervencionismo terrorífico».
En su opinión, esa minoración de los beneficios extraordinarios a las instalaciones de generación que no emplean gas ha tenido un «efecto muy positivo» para contener las tarifas eléctricas en los contratos cuando tocaban ser revisadas, cuyo precio, de otra manera, se hubiera ido muy por encima del límite que introdujo el Ejecutivo para que pudieran evitar la minoración.
Reparto «equitativo» de los beneficios
Para Ribera, en el actual momento es «muy adecuado» contar con una «contribución extraordinaria por parte de las compañías energéticas, con cargo a esa diferencia que tienen en sus beneficios y con otras medidas que nos permitan favorecer un reparto equitativo de esta carga».
La ministra, que ha recordado las rebajas de impuestos que el Gobierno viene aplicando en las facturas de la luz, primero, y luego en las del gas, ha subrayado que el problema no se puede resolver sólo «aliviando la carga fiscal», sino que «hay que introducir medidas de reparto del coste para que las compañías también aporten» en este momento de elevados precios.
Ha defendido también introducir medidas regulatorias, que en muchos casos exceden de la regulación nacional, al tratarse de legislaciones europeas.
La titular de Transición Ecológica ha afirmado que mantiene «un diálogo muy fluido con todas las empresas energéticas», con las grandes y con las asociaciones de pequeñas.
Ha agregado que las compañías saben de la importancia de dar en este momento un suministro de calidad y que sus clientes estén «cómodos», por lo que han ido adoptando medidas para ayudar a los consumidores, «unas veces con más generosidad y otras con menos».