Respuesta plana de Madrid a Forcadell
''La justicia no responde a presiones ni manifestaciones'', señalan desde el Gobierno después de que la presidenta del parlamento catalán tachase de ''inconcebible ataque a la democracia'' su posible inhabilitación
El Gobierno de Mariano Rajoy mantiene un perfil prudente respecto a Cataluña, en la línea del diálogo abierto por la vicepresidenta del ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría. No quiere incendios y tira del libro de citas habituales. Así ha reaccionado este viernes el portavoz del Gobierno, Iñigo Méndez de Vigo, al rebato independentista previo y posterior a la declaración de Carme Forcadell en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).
«Forcadell ha de responder ante la justicia y respetar las decisiones judiciales como cualquier otra persona. (…) En España no hay impunidad, nadie tiene carta blanca», ha señalado el portavoz gubernamental, quien ha insistido en la independencia de la justicia, que «no responde a presiones ni manifestaciones». Previamente, la presidenta del parlamento catalán había tildado su eventual inhabilitación como «un ataque tan grande a la democracia que es inconcebible».
Durante su declaración ante el juez, Forcadell ha defendido el derecho de los diputados a debatir sobre la independencia de Cataluña, y ha insistido en que no ha cometido ninguna ilegalidad. «Si en la calle se puede hablar de la independencia, ¿como no se va a poder hacer en el Parlament?».
Comitiva soberanista
Como ya ocurriera el 15 de octubre de 2015, cuando le tocó declarar al expresidente, Artur Mas por su papel en la consulta del 9N de 2014, Forcadell ha recibido este viernes el apoyo de los soberanistas que han respondido a la convocatoria de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Òmnium Cultural, la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI) y la Asociación Catalana de Municipios (ACM).
A primera hora de la mañana, los miembros del gobierno de la Generalitat, incluido el presidente Carles Puigdemont, y el vicepresidente, Oriol Junqueras, han llegado al parlamento, donde ya se reunían diputados de Junts pel sí, la CUP y Catalunya sí que es pot.