Reino Unido desmiente ahora que la cepa británica de covid sea más mortal
El ministro de Sanidad, Matt Hancock, admite que no hay evidencias científicas que refuten que la variante de coronavirus cause un 30% más de decesos
El Gobierno de Reino Unido ha tenido que aclarar que no existen evidencias científicas que demuestren que la cepa británica de la Covid-19 sea más mortal que el modelo original que se secuenció por primera vez en China. El ministro de Sanidad, Matt Hancock, ha puesto fin a la polémica que se había despertado en las últimas horas entre la comunidad investigadora.
El debate surgió después de que el primer ministro británico, Boris Johnson, anunciara que la variante, conocida científicamente como B.1.1.7 era un 30% más letal que la cepa que se instaló a principios de 2020 en toda Europa. Sus declaraciones abrieron una cascada de reacciones de los científicos que pusieron en duda la veracidad de sus datos.
Finalmente, el ministro de Sanidad ha concluido que los científicos no han podido comprobar todavía si la nueva mutación lleva asociada una mayor tasa de mortalidad, a pesar de que es una de las hipótesis que están barajando. «No hay certeza. Así es la ciencia», ha comentado en una entrevista en la cadena Sky News.
El máximo responsable de la lucha contra la pandemia en Reino Unido ha mandado de todas formas un mensaje de advertencia a la ciudadanía sobre las fuertes consecuencias que tiene la expansión de la nueva cepa. “Existe el riesgo de que la nueva variante sea más mortal. Sabemos que es más contagiosa”, ha agregado.
La cepa británica ya está presente en 60 países del mundo
La cepa B.1.1.7 comenzó a expandirse en septiembre por el sureste de Reino Unido pero tardó meses en detectarse. La falta de mecanismos de control ha permitido ya que la cepa se haya extendido a más de 60 países de todo el mundo, entre ellos España.
Los investigadores británicos apuntan a que la cepa se transmite entre un 50% y un 74% más rápido que el modelo original del virus, lo que ha favorecido el empeoramiento de la situación epidemiológica que atraviesa el país británico. El último informe epidemiológico de este domingo ha sumado 619 fallecidos y más de 30.000 contagios en las últimas 24 horas.
El avance de la tercera oleada ha colocado a Reino Unido como el país de Europa más afectado por la pandemia de Covid-19 con un balance que ya alcanza los 3,6 millones de casos positivos y 97.518 decesos como consecuencia de la enfermedad. Son el quinto país con más muertos de todo el mundo.
España se mantiene en alerta por la cepa británica
La cepa B.1.1.7 se detectó por primera vez en España a finales de diciembre. Las autoridades sanitarias localizaron dos casos en la Comunidad de Madrid después de que dos jóvenes regresaran del territorio británico en un vuelo procedente de Reino Unido. En las semanas posteriores las notificaciones se han ido extendiendo por todo el país.
El Ministerio de Sanidad calculó la semana pasada que ya había más de un centenar de casos notificados de la nueva mutación, aunque otros tantos estaban calificados como sospechosos, a la espera de concluir las pruebas de secuenciación genómica para confirmarlos.
Su aparición ha coincidido con un momento muy delicado de la tercera oleada de casos tras las fiestas navideñas. La incidencia acumulada está disparada en todas las comunidades autónomas y la presión de los hospitales no para de crecer, entre los tambores de un nuevo confinamiento domiciliario.
Algunas regiones como Cataluña han advertido sobre los riesgos que representa la nueva mutación en este escenario. Si se confirma que se ha extendido de forma mayoritaria entre los ciudadanos, podría desencadenar un endurecimiento de las restricciones para tratar de contener la pandemia.