Reforma laboral: Bolaños calma a los agentes sociales mientras Díaz negocia con los nacionalistas
Yolanda Díaz estudia con el PNV un cambio en el Estatuto de los Trabajadores para aprobar la reforma laboral, frente al rechazo del PSOE y los agentes sociales
El Gobierno se reparte el trabajo para aprobar en dos semanas la reforma laboral en el Congreso de los Diputados. El PSOE visibilizará este jueves su sincronía con sindicatos y patronal para no modificar la norma pactada a nivel tripartito en la tramitación en la Cámara Baja. Mientras, Unidas Podemos intensifica las negociaciones con los socios del Ejecutivo -PNV, Bildu, ERC- para encajar sus reivindicaciones sin dinamitar el texto.
La triquiñuela del Gobierno para aprobar la reforma laboral podría explotarle a Pedro Sánchez en Bruselas. Por ello y desde Moncloa se encargó esta hábil tarea a los dos negociadores de confianza de PSOE y Unidas Podemos, como son Félix Bolaños y Yolanda Díaz.
El ministro de Presidencia, Félix Bolaños, ha asumido el papel de calmar a los agentes sociales y prometerles que no se efectuarán cambios en la norma negociada con sindicatos y patronal consciente de la importancia del acuerdo suscrito tras nueve meses de intensas negociaciones y de cara al cumplimiento con Bruselas de los hitos del Plan de Recuperación.
La vicepresidenta primera, Nadia Calviño, también maniobra entre bambalinas para que no se produzcan cambios, según confirman fuentes de Moncloa, al preferir que saliese adelante con el respaldo del PP, aunque ya ha confirmado su voto en contra, o la vía de Ciudadanos (10 diputados), más los del PNV, algo que exploran en el PSOE entre reticencias de los ‘morados’.
Por su parte, la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, intensifica las negociaciones con los socios del Ejecutivo -PNV, Bildu y ERC- para encajar sus reivindicaciones sin dinamitar el texto. El órdago es grande pero, según ha podido saber Economía Digital, la gallega traza un plan a falta de dos semanas de la votación en sede parlamentaria, algo que se ve con cierto recelo en Moncloa.
Díaz estudia «mejorar» la redacción del Estatuto de los Trabajadores respecto a la prevalencia del convenio estatal sobre el autonómico con lo que desde su entorno aseguran que es un ligero ‘guiño’ a sus socios nacionalistas. El asunto es delicado porque sindicatos y patronal han acordado, y así viene redactado, que el convenio estatal prevalecerá sobre el autonómico.
Yolanda Díaz más cerca de conseguir al PNV
Sin embargo, PNV y Bildu, presionados por sus respectivos partidos y sindicatos vascos insisten en que Díaz introduzca la siguiente frase a modo de cláusula: «En el caso de que un convenio autonómico ofrezca mejores condiciones, primará sobre el estatal». Este «retoque» o «cambiar unas comas», como así lo llaman en Podemos, podría cambiar el sentido pactado por los agentes sociales y provocar la salida del mismo de la patronal.
Aquí entra el papel del Gobierno para venderlo como una «mejora» del texto «porque no se entiende bien» o como un «pequeño retoque que en nada altera el sentido de lo pactado», según explican a este medio las fuentes conocedoras.
La estrategia del ‘divide y vencerás’ de PSOE y Unidas Podemos podría acarrear consecuencias para la coalición, ya que si finalmente se introduce este cambio en el Estatuto de los Trabajadores, la vicepresidenta será objeto de los ataques de los empresarios e, incluso, podrían también venir de sus propios socios. Pero desde Podemos asumen las culpas a priori y sin ningún complejo recordando que son sus impulsores con una cara visible, la de Yolanda Díaz.
ERC desconfía de futuras promesas
Los morados sentencian que «no hay otra combinación posible» descartando el apoyo de Ciudadanos. Mientras que en el PSOE confirman que «hasta el momento, no ha habido llamado de Bolaños a Cs». Moncloa se empeña en sacar adelante la reforma laboral con sus socios de siempre, nacionalistas e independentistas. Aunque quizás con los segundos les cueste más tras los ataques del portavoz de ERC, Gabriel Rufián este miércoles en el Congreso.
El republicano dijo que desde el punto de vista de Díaz, que pretende encabezar un «proyecto de país» superador de las siglas de Unidas Podemos y con una cierta vocación de transversalidad, puede ser «inteligente» asegurar el apoyo de la CEOE.
No obstante, reiteró que su partido no puede avalar un texto que ni recupera la indemnización de 45 días por despido, ni los salarios de tramitación, ni el control administrativo sobre los ERE ni la prevalencia de los convenios autonómicos sobre los nacionales ni, dijo, «lucha contra la precariedad».
Tal y como publicó Economía Digital, los de Díaz ya pusieron sobre la mesa de ERC la posibilidades de aprobarles «otras concesiones» a posteriori de su ‘sí’ a la reforma laboral. Pero los independentistas desconfían y afirman que no se lo creen. «No es manía es memoria. Nuestra humilde experiencia nos dice que de lo que no cierres ahora, olvídate. No nos creemos que vaya a haber una segunda parte de esta negociación», zanja Rufián.
El punto clave: la prevalencia de los convenios autonómicos
A nivel técnico, el cambio que Díaz negocia especialmente con el PNV no modifica grandes párrafos del texto, es decir, solo supondría variar algunas frases, pero el cambio sería de gran calado en cuanto a la negociación colectiva entre empresarios y sindicatos.
El asunto no es baladí, ya que si finalmente se introduce la frase «en el caso de que un convenio autonómico ofrezca mejores condiciones, primará sobre el estatal» como pretende el PNV con la posible cesión de Yolanda Díaz, provocaría la salida del pacto de la patronal, que había logrado imponerse en la prevalencia del convenio estatal sobre el autonómico, frente a las presiones de los socios del Ejecutivo para que se recuperase la supremacía de los segundos, y que marca como línea roja el mantenimiento de la estructura actual para poder tener mayor poder de decisión con el mayor peso de los convenios estatales.
El ala socialista del Gobierno y los sindicatos prefieren no ahondar en este punto ahora tras haber logrado el acuerdo y celebran que se recupera el papel central de la negociación colectiva como primer paso para recuperar el equilibrio en las relaciones laborales entre trabajadores y empresariado, pero para las formaciones nacionalistas es claramente insuficiente y consideran que la mayor parte de sus reivindicaciones han quedado fuera del acuerdo.
La casuística de los acuerdos autonómicos está recogida ya en los artículos 83 y 84.3 del actual Estatuto de los Trabajadores, en los que se determina que “los convenios colectivos tendrán el ámbito de aplicación que las partes acuerden”. Las organizaciones sindicales y asociaciones empresariales más representativas, de carácter estatal o de comunidad autónoma, pueden establecer, mediante acuerdos interprofesionales, cláusulas sobre la estructura de la negociación colectiva, fijando, en su caso, las reglas que han de resolver los conflictos de concurrencia entre convenios de distinto ámbito.
Estas cláusulas puen igualmente pactarse en convenios o acuerdos colectivos sectoriales, de ámbito estatal o autonómico, por aquellos sindicatos y asociaciones empresariales que cuenten con la legitimación necesaria, de conformidad con lo establecido en la ley. Lo que pretenden los nacionalistas vascos para primar el marco vasco es dejar claro en la redacción del texto que prevalecerá el convenio autonómico en el caso de que sus condiciones sean mejores que las que ofrezca el estatal.
Actualmente ya hay más de 200 acuerdos autonómicos por toda España que permiten la prevalencia del convenio regional sobre el estatal
Un ejemplo de esto es el acuerdo interprofesional suscrito en el País Vasco en el año 2017 que fijaba la posibilidad de la prevalencia del convenio autonómico vasco sobre el estatal. Los convenios autonómicos se vienen suscribiendo desde hace muchos años. De hecho, actualmente hay más de 200 acuerdos autonómicos repartidos por toda la geografía española y solo en Cataluña se contabilizan 46, apuntan desde CCOO a este medio.
Cabe recordar también que los sindicatos si lograron fijar la prioridad aplicativa del convenio sectorial sobre el de empresa en materia salarial, de forma que las compañías no podrán modificar en los convenios de empresa las subidas salariales acordadas en los convenios sectoriales. Se mantienen los descuelgues, pero, por tanto, los sueldos no podrán ser en ningún caso inferiores a los fijados en el convenio de sector.
Campaña del PSOE: suma a los sindicatos para defender el texto actual
Entre tanto se sucede la negociación y se terminan de dilucidar los apoyos, en Ferraz trabajan en la campaña encargada por el secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para ensalzar el acuerdo de la reforma laboral, tal y como solicitó recientemente en un encuentro con el área económica de la Ejecutiva federal con portavoces del partido.
Sánchez pidió a los suyos que se vuelquen estas semanas en explicar y defender el acuerdo de la reforma laboral en todos los rincones de España y desde el pasado 10 de enero el PSOE inició una campaña en redes sociales para poner en valor la utilidad de la reforma para «recuperar derechos y garantizar la estabilidad laboral frente a la precariedad y la temporalidad».
A este objetivo, y con el fin de vender la importancia de mantener el texto acordado a nivel tripartido, ha conseguido sumar el PSOE a los sindicatos, que aunque mantienen que habrá que acometer cambios al haberse cerrado un acuerdo lejos de sus pretensiones, ven por ahora mejor también que se apruebe en el Parlamento conforme a lo acordado con la patronal para dar «estabilidad, seguridad jurídica y paz social», señalan fuentes sindicales.
Tanto es así, que este mismo jueves por la tarde el ministro de la presidencia Félix Bolaños, participará en un acto telemático organizado por el PSOE de Madrid junto a los secretarios generales de UGT, Pepe Álvarez, y CCOO, Unai Sordo, así como la delegada del gobierno en Madrid y secretaria general del PSOE-M, Mercedes González.
Los sindicatos defienden que haya un «nivel de lealtad» entre los firmantes y por ello solicitan el respaldo de los partidos políticos que dan soporte al Gobierno y, en todo caso, Álvarez cree que algunas cuestiones de flexibilidad y otras que pretendan cambiarse deberían negociarse también con los interlocutores sociales. Sordo pide una «salida razonable» a la negociación.
Evidenciando la división en el Gobierno en lo referido a las negociaciones para la tramitación de la norma laboral, este miércoles Txema Guijarro, diputado de Unidas Podemos en el Congreso, participó en un foro sobre la reforma laboral junto a Oskar Matute (diputado de Unidas Podemos), Lorena Cabrerizo (Anticapitalistas) y Raúl Navas (CGT Correos).
CEOE, tajante: abandonará el diálogo social si hay cambios
Entre los empresarios hay una postura clara y tajante para defender el mantenimiento del acuerdo de la reforma laboral del pasado mes de diciembre y en contra de cualquier tipo de cesión a los nacionalistas que pueda implicar una eventual modificación del pacto alcanzado entre el Gobierno, la patronal y los sindicatos.
El comité ejecutivo de la organización votó este miércoles por unanimidad rechazar cualquier tipo de cambio, por mínimo que sea, al texto del acuerdo de la reforma laboral. Hasta las organizaciones más contrarias al pacto, como Foment, CEIM, Anfac o Asaja cierran filas en torno a esta meta.
El resultado final de las negociaciones podría tener implicaciones en el seno de la patronal, ya que los miembros ‘díscolos’ podrían pedir cuentas al presidente, Antonio Garamendi, de llevarse a cabo modificaciones, pocos meses antes del proceso de reelección del presidente en la CEOE al que previsiblemente optará de nuevo Garamendi.