Rajoy se presta a reformar la Constitución con el PSOE
El líder del PP invitará de nuevo a los socialistas para gobernar y resolver también el tema catalán
Fiel a sí mismo. Mariano Rajoy se siente cómodo cuando habla de economía, ante un foro que no espera grandes proclamas. Pero el líder del PP, que nunca se distancia del guión, quiere dar un paso tras las elecciones del próximo domingo. Y ha invitado al PSOE a gobernar, conjuntamente, abierto a una reforma de la Constitución, que también pueda resolver el problema catalán. Eso sí, «se debe esclarecer en qué queremos cambiar la Constitución, yo no me voy a negar, aunque crea que no debería ser una prioridad».
Rajoy, en el foro organizado por el Periódico de Catalunya, ha ido desgranando todas las mejoras económicas de España desde los últimos cuatro años. Consciente de que «queda mucho por hacer, con muchas personas todavía sin trabajo», la obsesión de Rajoy es que España pueda tener 20 millones de cotizantes en la Seguridad Social en 2020. Con esa cifra, según sus cálculos, se podrá resolver la sostenibilidad del estado de bienestar.
La «broma» de Barcelona
Ahora bien, en la noche electoral, todos los dirigentes deberán adaptarse a la nueva realidad. Rajoy ha acusado a las fuerzas políticas catalanas de «apostar por los radicales», en alusión a la CUP, «algo que siempre funciona mal». Ello le ha servido para reclamar, más allá de la ideología que defiende el PP, el apoyo de la «Cataluña moderada», de los empresarios y ciudadanos emprendedores, de los que «no entienden, porque lo ven una broma, que el Ayuntamiento pague el local a alguien que atenta contra la propiedad privada», en alusión al ex alcalde de Barcelona, Xavier Trias y al local del barrio de Gràcia en manos del movimiento okupa.
La apuesta de Rajoy es recoger hasta el último voto de «los moderados», y reclamar a los socialistas un acuerdo de gobierno. El modelo debe ser, a su juicio, el de Alemania, que construyó una gran coalición entre la CDU de la canciller Angela Merkel, y el SPD.
Con un auditorio en el Hotel Juan Carlos I repleto de empresarios, y dirigentes y cuadros del PP, Rajoy ha insistido en que «los problemas» de Cataluña tienen solución, desde la necesaria inversión en el servicio de Cercanías de Renfe, hasta la mejora de la financiación autonómica. Pero se ha negado «a romper la soberanía nacional», lo que comportaría, a su juicio, la convocatoria de un referéndum, como pide Convergència Democràtica y Esquerra Republicana.