Rajoy pide a Mas que se ‘baje del burro’ y negocie ya el modelo de financiación
El PP catalán intercede para buscar un acuerdo después de las elecciones municipales y antes del 27S
¡La financiación, es la financiación estúpidos! Emulando al ex presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, el catalanismo político nunca ha renunciado a establecer un hilo directo con el Gobierno central para negociar un modelo de financiación. Tampoco el Ejecutivo de Mariano Rajoy le ha dado la espalda a esa posible salida, pero las relaciones se habían roto por completo. Hasta ahora.
El Gobierno central quiere reaccionar. Lo intentó antes del pasado verano, pero el Govern de Artur Mas se negó por completo. El proceso soberanista seguía en marcha y si el Ejecutivo español tenía alguna propuesta, el Govern de la Generalitat se limitaba a ser un sujeto pasivo de cualquier movimiento.
El intento del ministro De Guindos
Pero el tiempo ha transcurrido. Se acercan las elecciones municipales y autonómicas del 24 de mayo, y el Gobierno le ha trasladado a Mas que debería bajarse del burro, en una expresión coloquial, y asumir la realidad: la salida que interesa a las dos partes es un buen acuerdo de financiación.
Así se lo comunicó el ministro de Economía, Luis de Guindos al conseller de Economia, Andreu Mas-Colell, en la reunión que mantuvieron el pasado lunes, aprovechando que el ministro estuvo en Barcelona protagonizando diversos actos públicos.
La realidad, admitida por el PP catalán, es que «todavía no hay nada concreto o cerrado», pero sí existe la voluntad de acercar posiciones y de establecer una negociación que se intensifique después de las elecciones municipales y autonómicas del 24 de mayo, y antes de las autonómicas del 27 de septiembre.
Cierta seguridad, frente a la incertidumbre del 27S
Fuentes de Convergència señalan también que esa «debería ser la salida», y que el Govern de Mas, que podía justificar su cerrazón hace unos meses, ahora, en cambio, debería asumir que las cosas han cambiado.
Con un panorama muy complejo en los próximos meses, con la incertidumbre de los resultados del bloque soberanista en las elecciones al Parlament, algunos dirigentes de CDC no entenderían que, de nuevo, se bloqueara cualquier posibilidad de acuerdo sobre la cuestión que realmente se considera central: más recursos y un sistema más racional para financiar la Generalitat.
El Gobierno de Mariano Rajoy lo tiene claro. Pero es cierto que tampoco se muestra excesivamente entusiasmado, y que no todo el gabinete en Moncloa lo ve de la misma manera.
El papel de Sánchez-Camacho
Por ello, la labor que está ejerciendo Alicia Sánchez Camacho podría ser esencial. El PP catalán cree que sería posible, incluso, que se constituya, tras el 24 de mayo, una comisión en el senado para elaborar una propuesta sobre el nuevo modelo de financiación autonómica, válido para Cataluña.
Ni Mas ni Mas-Colell lo ven claro. El propio President reaccionó, –ante las palabras de Sánchez Camacho en el Parlament en la sesión de control de este miércoles cuando le invitó a negociar–, con gran frialdad.
El principio de ordinalidad
Pero deslizó una pista: «cuando se ponga sobre la mesa una propuesta que no deje a Cataluña como décima en la recepción de recursos, después de aportar como tercera, entonces hablaremos». La sugerencia de Mas fue clara: si se respeta el principio de ordinalidad, se sentará en la mesa, y podría dejar de lado posiciones maximalistas.
El PP insistirá. Sánchez-Camacho esgrimió en el Parlament un documento del partido en el que se analizan las 23 peticiones de Mas a Rajoy que le formuló en su entrevista del pasado mes de julio en La Moncloa.
Ahorro en el pago de intereses de la deuda
A su juicio, se ha producido un cambio, y tanto el Ejecutivo central, como el Govern de la Generalitat admiten ahora que las relaciones institucionales funcionan, y que se ha acabado estableciendo una forma de actuar válida –por ahora—para todos.
Prueba de ello es que De Guindos recordó en Barcelona, como apuntó la dirigente del PP, que Cataluña se ha ahorrado 1.700 millones en intereses, aunque ello haya supuesto –eso no lo dice el PP– una recentralización del modelo autonómico con el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA).