Rajoy opta (de momento) por desgastar a Ciudadanos
Mariano Rajoy no conmuta la pena de Cristina Cifuentes, pero dicta una moratoria hasta el 2 de Mayo para desgastar a Ciudadanos
Quedan poco más de quince días para la festividad del 2 de Mayo. La fiesta grande de la Comunidad de Madrid. Festejos y celebraciones con apertura de la puerta grande del palacio de la Puerta del Sol. Un día diseñado para exhibición y disfrute de quien sea titular de la presidencia de la Comunidad.
Como no estoy introducido en el mundo del juego, desconozco si las casas de apuestas que se expanden online tienen previstas las de carácter político. Hasta ayer hubieran ganado los que se hubieran postulado por la dimisión de Cristina Cifuentes. Hoy habría equilibrio en las apuestas.
No hay duda razonable sobre que Cifuentes recibió trato de favor de la Universidad Rey Juan Carlos para la obtención del máster. Posiblemente haya actuaciones delictivas de ella y desde luego de directivos de la universidad. En Europa ha habido algunos, no muchos, escándalos académicos salpicando a líderes políticos. Plagio en exámenes y tesis. Todos sin excepción dimitieron cuando fueron descubiertas sus tropelías.
El PP no conjuga con facilidad el verbo dimitir
En el universo del Partido Popular, que está especialmente salpicado de escándalos, no se conjuga con facilidad el verbo dimitir. Cuando sucede, se practica con fórceps porque los dirigentes cuestionados no suelen abandonar los cargos más que cuando se frota con salfumán. Como se sabe, es una disolución de ácido clorhídrico en agua que se utiliza para curtir pieles y para galvanizar metales. Es corrosivo y produce la muerte si no se utiliza la dosis adecuada en personas y animales.
Cifuentes, con la carrera política sentenciada, solo dimitirá si se lo pide Rajoy
En el PP, Mariano Rajoy tiene la exclusiva en la administración de salfumán. Los cuestionados aguantan en su puesto hasta que el presidente del PP baja el pulgar. Cifuentes, en una posición insostenible que sentenciará su carrera política, se ha acogido a esta doctrina. Solo dimitirá si se lo pide personalmente Mariano Rajoy.
Sáenz de Santamaría quiere sacrificar a Cifuentes
El presidente no ha conmutado la pena, pero ha dictado una moratoria. En su partido hay una fuerte división sobre este asunto, que se sustenta en delicados equilibrios de poder. Soraya Sáenz de Santamaría encabeza el pelotón que es partidario de sacrificar a la presidenta de Madrid cuanto antes. Y no solo por desavenencias políticas y personales con Cifuentes. La vicepresidenta considera que no se puede perder la presidencia de la comunidad y la única vía de una nueva investidura es la dimisión de Cifuentes.
Cospedal es partidaria de resistir el escándalo con la confianza de que amaine
En el lado opuesto están las huestes de María Dolores de Cospedal, partidarias de resistir el escándalo, con la confianza de que amaine. Para quienes así piensan, dimisión equivale a reconocimiento de culpabilidad, que circunscriben in extremis a la imputación de un delito. Su primera reacción ha sido una profunda investigación de los currículos de los líderes de la oposición. Han encontrado algunas víctimas, en la expansión del ventilador. No hay casos contrastados de irregularidades académicas, pero si en adjudicaciones de títulos inexistentes.
A Pablo Casado le han aflorado títulos y másters vertiginosos, de fin de semana y a distancia. Concedidos en Harvard o Georgetown y obtenidos en un fin de semana en Aravaca. Ha sido rápido demostrando supuestamente que él sí había cumplido las condiciones de quien expedía los certificados. Aunque no sea muy edificante, sus explicaciones han servido para exculparle a él y condenar, por comparación, a Cifuentes.
Las explicaciones de Pablo Casado han condenado a Cifuentes
Rajoy, que domina el refranero, se ha ceñido a los réditos del ventilador resumiendo todo en la frase, “consejos vendo y para mí no tengo”.
El presidente ha cogido la calculadora electoral para meditar su decisión. Hasta ahora cree que tiene menos coste sostener a la presidenta de Madrid que forzar su dimisión. Un mal trago sostenido en evitar la asunción de responsabilidades. Para él, solo la justicia puede determinar, además, responsabilidades políticas indisociables las unas de las otras.
Ciudadanos evita la foto con Podemos
A cambio del desgaste de aguantar, Rajoy pretende promover los costes de que Ciudadanos pague el precio electoral de apoyar un gobierno del PSOE con Podemos. Tal y como están las encuestas, vale más el desgaste de Ciudadanos que tratar de amortizar el propio.
En el partido de Albert Rivera las cuentas son distintas. La formación naranja tratará de evitar la foto con Podemos, que disgustará a muchos de sus votantes, pero no está dispuesta a permitir el desgaste que le proporcionaría aparecer como artífice de la continuidad de Cifuentes.
Para el PP vale más el desgaste de Ciudadanos que tratar de amortizar el propio
Quedan quince días para los festejos del 2 de Mayo. Dos semanas para que Cifuentes se siga cociendo a fuego lento. Dos semanas en las que los tribunales pueden abrir diligencias y dictar providencias en una causa penal por las irregularidades evidentes en la obtención del máster de Cifuentes. Si esto sucediera, sería inevitable la dimisión de la presidenta de Madrid y se podría abrir un proceso de negociación entre PP y Ciudadanos para elegir un candidato a la investidura.
Hay quien cree en el PP que el episodio de Cifuentes no es corrupción en sentido estricto, puesto que no ha habido enriquecimiento económico. Por el contrario, las irregularidades y falsificaciones del máster son un agravio insoportable para quienes estudian y se esfuerzan en la obtención de un título académico. Y también un perjuicio objetivo para esos mismos que se esfuerzan y se gastan sus ahorros en un título que sin duda quedará devaluado por lo ocurrido en la Universidad Rey Juan Carlos.
Mariano no dejará caer a Cifuentes antes del 2 de Mayo
Como Rajoy es eminentemente práctico, está analizando el escándalo de las distintas opciones de este caso. Hay una parte del daño que ya está consumada, tras una convención del partido diseñada para remontar, que ha conseguido empujar más al partido hacia abajo.
No me atrevería a hacer una apuesta (si hubiera) sobre el desenlace. Arriesgando, tomaría la opción de que Mariano aguantará lo que pueda y terminará por dejar caer a Cifuentes. Pero desde luego, no me atrevo a vaticinar que sea antes de las celebraciones del dos de mayo.