Rajoy no se mueve: se lo dirá a Mas en 48 horas
El Gobierno responderá “con firmeza” que la consulta soberanista no cabe en la Constitución
Los medios de comunicación están jugando en el conflicto planteado entre el Govern de la Generalitat y el Gobierno central un papel extraordinario en los dos sentidos. Algunos rotativos de Madrid han pedido a Mariano Rajoy que afronte con contundencia el problema de “sedición” planteado en Catalunya. Y el Ejecutivo del PP, marcado por la personalidad de Rajoy, poco dada a sobreactuaciones, está respondiendo con firmeza.
En “48 horas”, Rajoy responderá al President Artur Mas y le comunicará, por carta, que la consulta soberanista “no cabe” en la Constitución.
Así lo ha anunciado la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, que se ha limitado a afirmar su “respeto” por la Via Catalana, por la movilización independentista de la Diada, muy lejos, en estos momentos, de la respuesta que ofreció el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, quien reclamó este jueves “escuchar a la calle”.
¿Consulta? ni hablar
Sáenz de Santamaría ha asegurado que el Gobierno central mantendrá todas las vías de diálogo, y que desea negociar asuntos como la nueva financiación autonómica, que deberá entrar en vigor en 2015. De todo ello, diálogo, pero permiso para convocar una consulta sobre la autodeterminación de Catalunya en 2014, ni hablar.
Mas espera oficialmente recibir esa carta, tras la que le envió al propio Rajoy y en la que le comunicaba su propósito de convocar un referéndum, con cinco vías legales posibles para celebrarla, tal y como las redactaron los miembros del Consejo de Transición Nacional que asesora al Govern.
No a la reforma de la Constitución
El Gobierno central, por ahora, no se mueve. No pretende reformar la Constitución, como le reclama el PSOE. El líder de los socialistas, Alfredo Pérez Rubalcaba, se ha mostrado partidario de reformar la Carta Magna, para buscar, entre otras cuestiones, un mejor acomodo de Catalunya en España.
Según Sáenz de Santamaría, “no existe un mínimo consenso para reformar la Constitución”.