Rajoy, como Bush Jr.:’Misión cumplida’

El presidente del Gobierno convoca elecciones generales envuelto en la autocomplacencia de la macroeconomía. El país votará con dos de cada diez españoles en paro y medio millón menos de contratos que con Zapatero

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El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ensalzó el lunes los logros económicos de la legislatura que ahora termina y se ofreció como el candidato de la estabilidad de cara a las elecciones generales de final de año.

Bajo el lema «Objetivo cumplido» –recuerda al «Misión cumplida» de George W. Bush que cerró en falso la segunda guerra de Irak–, el dirigente conservador señaló que los dos últimos años habían sido claves para recuperar el empleo, el crecimiento y la confianza exterior en un país que estuvo al borde de la quiebra en 2012.

Las estadísiticas cuestionan el discurso. La última encuesta de población activa arroja prácticamente medio millón menos de contratos que en el último mes de José Luis Rodríguez Zapatero. «La tarea no está completa», admite Rajoy, «pero estamos en condiciones excelentes para alcanzar la cima en el próximo mandato», dijo este lunes tras un consejo de ministros extraordinario para convocar elecciones generales el 20 de diciembre.

Rajoy, de 61 años, aspira a renovar su mandato el próximo diciembre, una tarea difícil tras cuatro años de recortes y casos de corrupción que han erosionado a un Partido Popular (PP) que llegó al poder con mayoría absoluta en 2011.

Ese resultado parece hoy inalcanzable para la formación conservadora en unos comicios de los que, según los sondeos, saldrá un Congreso de los Diputados muy fragmentado y con una destacada presencia de partidos emergentes.

Rajoy insiste en la transformación

«Voy a hacer cuanto esté en mi mano para poder seguir gobernando, entre otras razones porque es lo que le conviene a España», dijo el político gallego, al que su partido presenta como el candidato de la experiencia frente a nuevas opciones.

Rajoy se aferró a los «buenos» datos macroeconómicos, destacando la reducción del déficit público a la mitad, la recuperación de la confianza en el sistema financiero o la creación de empleo en un país que cuenta hoy con más del 21% de paro.

«Ha sido una legislatura de transformación, de cambio intenso y profundo (..) con orden y determinación gracias a la estabilidad política (..) que ha sido clave para recuperar la confianza», añadió.

Sólo si es el más votado

Aunque a tenor de las encuestas ningún partido podrá gobernar en solitario, también parece difícil que el PP pierda su base de siete millones de votantes, situándose como primera fuerza política por delante de los socialistas, según el último sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).

Tras una campaña previsiblemente polarizada para atraer a los indecisos, la gobernabilidad del país podría depender de los apoyos de Ciudadanos y Podemos, los dos partidos emergentes que se han ido ganando a los votantes con su mensaje de regeneración democrática tras décadas de bipartidispo PP-PSOE.

Preguntado reiteradamente por un pacto con Ciudadanos, el presidente dijo que no gobernaría si su partido no era el más votado.

Movimientos tímidos

La llegada de nuevas propuestas a la política española ha llevado ya a tímidos movimientos en los dos principales partidos, conscientes de que en los próximos cuatro años habrán de abordar asuntos espinosos como la reforma constitucional y el encaje de Cataluña en España.

«No irá en nuestro programa electoral una reforma de la Constitución, pero siempre estaré abierto a escuchar las propuestas que puedan hacer los demás», dijo Rajoy.

Tras la disolución del Congreso y el Senado de esta décima legislatura y su publicación en el Boletín Oficial del Estado el martes, la campaña electoral se iniciará el 4 de diciembre y las cámaras habrán de estar constituidas a mediados de febrero.

Ismael García Villarejo

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